[30] Fragmentos.

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Nota: como habrán notado algunos, ya había publicado el capítulo 30, pero decidí hacerle muchas modificaciones y lo alargue mucho, así q recomiendo volver a leerlo. Perdón  por las molestias💕

Draco nunca habia permanecido para navidad en Hogwarts.

Siempre había estado su madre en la mansión, ansiosa por recibirlo y su padre, aunque estuviera tapado de trabajo, siempre encontraba tiempo para dedicarle a su familia para esas fechas. No recordaba ninguna navidad que la hubieran pasado separados.

Pero ahora era diferente, pensó, cuando despertó viendo los doseles verdes de su cama. Su cama, que desde que habia vuelto a Hogwarts le parecía demasiado grande y helada. Irónico, porque en realidad era una cama para una sola persona, mucho más pequeña que su enorme cama lujosa que tenía en su propia habitación, en la mansión.
Sin embargo, en la madrugadas, solía estirar un brazo para despertarse manoteando sabanas o aire, sin encontrar lo que buscaba. Ni siquiera era consciente de lo que buscaba, pero en el mundo de los sueños sabía que le faltaba algo. O alguien. Una parte importante de él. Algo que se habia ido. Pero cuando despertaba, esa sensación se desvanecía gradualmente.

Y cuando amanecía y Blaise despertaba, ya se le habia pasado y estaba preparado para enfrentar el día con normalidad. O cuanta normalidad podía tener. 

Su sueño siempre habia sido ese, ¿no? Servir a él tan poderoso lord era el sueño de su infancia según recordaba. Era un honor. Se intentaba convencer día a día de eso, pero habia dos cosas que le impedían creerse por completo sus propias ideas.

Una era que sus dos mejores amigos no parecían felices. Su mente le decía que debían serlo, pues su misión era un gran honor.  Pero Pansy enflaquecía día a día y Blaise era cada día más callado. Que el recordara, Blaise siempre habia sido bromista, irónico y jamás se callaba. Pero ahora cada día sus silencios eran más largos.

En segundo lugar, sus propias ideas no le parecían propias. Su mente le decía que debía esforzarse al máximo, servir bien a su señor, pero en el fondo lo angustiaban las horas pasadas en la sala Multipropósito. Habia dejado de asistir a los entrenamientos, pues tenía que dedicar todas sus horas a su misión, pero en el fondo lo entristecía. Él amaba jugar Quidditch, el momento de atrapar la snitch, después de tanta tensión y adrenalina era simplemente perfecto, pese a que cuando no lo lograba, la derrota era abrumadora. Él era un excelente buscador, pero habia alguien que lo superaba siempre, una y otra vez. Ese sentimiento de odio hacia el maldito Harry Potter no sabía de donde nacía, pero el verlo, simplemente, le traía recuerdos de cada una de sus derrotas frente a él, las veces que se habían enfrentado en los pasillos y la mirada verde llena de odio. Sus recuerdos estaban plagados de su larga enemistad, razón por la que le parecía extraño que su némesis llevara ignorándolo la mitad del año.

Una vez se lo habia comentado a Pansy, que le habia respondido con seguridad:

Quizá maduro por fin. Es mejor así, mantente alejado de él. Es una fuente inacabable de problemas.

Blaise habia asentido seriamente y él les habia hecho caso. Mejor mantenerse alejado de alguien tan problemático. Mejor concentrarse en su misión.

Sin embargo

Si era su enemigo, ¿Por qué lo ignoraba? La única vez, en todo lo que llevaba del año, que habia demostrado que existía, habia sido uno de los primeros días de clases. Recordaba estar en pociones, recordando cómo le habia roto la nariz en el tren. Le habia causado rabia que lo espiara de esa forma tan rastrera, con la capa con la que habia intentado herirlo en tercer año. Eso pensaba cuando sintió un embriagador aroma, mezcla de tarta de melaza con chocolate que le provocó un dolor en el pecho. Entendió rápido que se debía a la Amortentia que burbujeaba en el caldero, pero no recordaba de donde le venía la debilidad por ese aroma. Ni siquiera la gustaba la tarta de melaza.

La Tregua [Harco]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora