La Tregua [Harco]

Extra, parte IV

Y aunque no pareciera posible, James no vio a Teddy por casi dos años.

Consolado por la promesa de ver a Teddy al final de las vacaciones, había olvidado un poco el tema. No volvió a hacer mención de eso, para sorpresa de sus pares, hasta comienzos de septiembre, cuando quinto año se aproximaba rápidamente y las vacaciones tocaban a su fin, después de un divertido verano donde había conseguido que sus padres lo dejaran ir a la residencia Greengrass algunos días, donde Ailsa había invitado además a Eduerd y el resto del grupo. Pero cuando el regreso a clases era inminente y se preparaban para hacer compras en el callejón Diagon, llego una carta de Teddy, aunque James lo supo unos días más tarde.

Harry había sostenido una comunicación regular con su ahijado, donde este le relataba las maravillas de Rumania, los dragones, que lo habían fascinado, le confesaba haberse hecho un pequeño tatuaje (Andrómeda, de saberlo, se habría infartado) y que había comenzado a hacer amigos allí. Andrómeda lo visito durante una semana y Harry lo hubiera hecho, pero con su demandante trabajo, se le dificultaba.

Pero entonces, Teddy anuncio que iniciaría la carrera de cuidado de criaturas mágicas.

En Rumania.

Sé que todos estos años hable de ser auror decía su carta pero soy muy feliz aquí. Siempre me gustó la idea de seguir los pasos de mi madre, pero también sé que ella hubiera querido que fuera feliz. No descarto ser auror más adelante, pero deseo intentarlo aquí. Te extrañare, a ti, y a tu familia, que me acogieron con tanto cariño y me hicieron sentir parte de ustedes. Intentare visitarlos, aunque no puedo prometer nada. Andrómeda apoya mi decisión y me visitara siempre que pueda.

Harry sintió que un hijo había volado del nido y sintió algo de melancolía, pero le alegraba que Teddy hiciera su camino independientemente de su familia. Le ayudaría a crecer mucho. Y se alegraba de que fuera feliz, después de la niñez huérfana que le había tocado vivir. Hacia algunos años Teddy no pasaba tanto tiempo con ellos y lo había aceptado como parte de su crecimiento, pero Harry había estado muy pendiente de su ahijado durante toda su infancia. Intento ser lo que Sirius hubiese sido con él.

Inmediatamente le conto sobre la carta a Draco. Lo primero que dijo este fue:- ¿y quién le dirá a James?

James no se lo tomo como esperaban. O al menos no lo demostró. Oyó la noticia con algo de resignación, ya que hacia lo que le parecía una infinidad de tiempo no veía a Teddy y hacia mucho mas no eran las cosas como antes. Se dijo que prefería mantener los recuerdos gratos de su niñez compartida y los primeros años de Hogwarts y si era sincero, le daba algo de miedo ver a Teddy en ese momento. Le parecía tan lejano que no tenía idea de cuánto había cambiado y temía no reconocer al Teddy que había sido siempre.

Harry tenía razón. Ambos habían crecido y Teddy era demasiado mayor. Parecía haber un abismo insalvable entre ambos.

A medida que avanzaban los días y se acercaba el inicio del quinto año en Hogwarts, James se encontraba reflexionando sobre el rumbo que estaban tomando sus propios pasos. La decisión de Teddy de seguir una carrera en Rumania lo había dejado pensativo, cuestionándose sus propias aspiraciones y deseos para el futuro. Ese año tocaban los TIMOS y necesitaba tener una vaga idea de que carrera seguiría después de Hogwarts. Finalmente, el resto de sus vacaciones estudio sobre todas las posibilidades que le brindaba el mundo mágico.

Quinto año pasó como un soplo entre estudios y sus amigos. En las vacaciones de navidad, por primera vez invito a Eduerd a su hogar, cuando se enteró de que este planeaba quedarse en Hogwarts. Su amigo era muy reservado con respecto a su vida y su familia, pero James sabía que no esperaba con ansias las vacaciones. Ese detalle pareció conmover lo suficiente a Harry, quien tampoco había esperado ninguna de sus vacaciones con ansias y cedió a la invitación, aunque fuera algo desconfiado del apellido Nott.