La Tregua [Harco]

[3] El thestral.

Las semanas se tornaron una locura para Harry. Hermione, secundada por Ron, le habían insistido hasta la muerte en formar un grupo para aprender a combatir.
Eso no le parecía tan descabellado a Harry como la idea de que el mismo enseñara. Puede que tuviera suerte de no haber terminado muerto el año anterior, pero no tenía grandes dotes como mago. Se enorgullecía secretamente de su patronus, pero comparando su magia con la de Hermione, era un fracaso total.

Aun así, suponiendo que la reunión estaba destinada al fracaso, había aceptado. Contrariamente a lo que había imaginado muchísima gente había acudido a la reunión en Cabeza de puerco y todos se habían anotado. Harry seguía asombrado porque Cho Chang hubiera acudido a la reunión e incluso le había sonreído en más de una ocasión.
Harry no sabía que era, pero cada vez que la veía no separaba su mirada de ella. Le parecía hipnotizante cuando agitaba su melena negra y lacia. Habían tenido un par de torpes conversaciones pero nada más había pasado. Harry nunca se había sentido atraído por nadie y no sabía lo que sentía, pero estaba casi seguro de que Cho le gustaba.

Los entrenamientos de Quidditch ocupaban mucho de su tiempo, ya que Angelina los presionaba día y noche sobre la importancia de ganar la copa de ese año. Pero Harry se preocupaba más por Ron, que tenía unos nervios incontrolables a la hora de jugar.

Y misteriosamente para Snape, las notas de Harry habían subido abruptamente. Draco era muy bueno en la asignatura y sus buenas notas no se debían a la preferencia de Snape, como Harry había creído desde el primer año. Hasta ahora casi no hablaban en las clases, excepto para cruzar comentarios que tuvieran que ver con la materia.

Pero ese día la poción era especialmente difícil. Malfoy ya había evitado tres veces que Harry añadiera ingredientes equivocados a su poción.
La última vez le había agarrado bruscamente el brazo y Harry había tirado un frasco con escamas, provocando que Hermione los mirara, alzando sus cejas ante la extraña escena. Harry se soltó de un tirón y espero que su amiga se diera vuelta.

-¿Avergonzado de que te vean trabajando conmigo, Potter?-Pregunto Malfoy burlonamente cuando la castaña siguió con lo suyo.

La verdad que Harry no les había mencionado los extraños acontecimientos con Malfoy a sus amigos, ya que harían preguntas que Harry no sabría responder.

-Tus amiguitos de Slytherin no estarían muy contentos si supieran que me ayudas-Contraataco Harry.

-Puede que no-Admitió Draco-Pero Granger es tu amiga, debería entenderte.

-¿Y Crabbe y Goyle no son tus amigos? ¿O Parkinson?

Malfoy bufo con sorna-La única razón por la que ando con esos dos es porque nuestras familias nos obligan. Y Parkinson... con ella sí que es diferente. Pero después de todo es una Slytherin, te odia.

Claro que lo odiaba, él también la detestaba. Parkinson era una presumida y nunca había dejado en paz a Hermione. Pero no quedaría muy amable diciendo eso, ya que debía ser la novia de Malfoy. O al menos eso suponía el.

-¿Qué harás para San Valentín, Harry?-Dean lo tomo por sorpresa cuando se volvió en su pupitre para conversar con él. Creía que estaría ofendido con el como Seamus, ya que esos dos andaban juntos para todos lados.

-Eh... no lo sé-Tartamudeo Harry pensando una respuesta. Para ser sincero había olvidado la cercanía de San Valentín... ¿Cho aceptaría salir con él? La idea fugaz de invitarla lo hizo sonrojarse.

Dean interpreto su sonrojo de otra manera, ya que sonrió con picardía y miro a Hermione, que casualmente estaba en la línea de visión de Harry.

-Si no sabes dónde ir, déjame recomendarte una cafetería de Hogsmeade-Dijo bajando la voz-Seamus y yo nos pasaremos por allí, será una tarde con temática romántica, ya sabes, música lenta y esas cosas.