Estoy rodeado de gritos, hay sangre por todas partes, la gente corre mientras el humo cubre el panorama, siento cómo mis padres me sacuden, pero no puedo hacer nada, solo mirar frente a mi, enfocándome en el cuerpo de Mao.
Intento decir algo, cualquier cosa, pero mis palabras se cortan antes de salir. ¿Por qué está pasando esto? De repente noto cómo los soldados llegan sobre sus caballos-avestruz, gritando ordenes mientras maestros tierra guían a las personas.
- Mao... - logro hablar de forma débil - Despierta...
Muevo su cuerpo en un intento de reanimarla, pero nada sucede. Ella está ahí, tirada en el suelo mientras yo me lamento.
- Hijo, debemos irnos. - me dice mi madre mientras me jala suavemente - Tu padre llevará a tu hermana.
Ambos nos levantamos mientras papá toma el cuerpo de Mao. Veo cómo llora... es la primera vez que lo veo llorar.
- ¿Quién hizo esto? - le pregunto a mi madre - ¿Por qué alguien haría esto?
Ella se muerde los labios mientras contiene sus lágrimas.
- Vamos con los soldados. - me responde.
Mi hogar ha desaparecido... Mao ya no está... Solo hay destrucción...
Hay guerra en Ba Sing Se.
________________________________________________________________________________
Es de noche, el frío me abraza mientras me siento al lado de Komo. Ambos nos encontramos sentados al borde del acantilado, mirando desde lo alto a toda la tribu. Hace mucho Yugoda y Hanta fueron a casa, mientras que nosotros decidimos charlar un rato.
- Aratak, ¿Por qué ayudaste a Hanta?
Preparé una mentira para este momento, pero no tengo la capacidad para engañar a este viejo lobo.
- *ahh* Fue un capricho al inicio. Quería demostrarle a Yugoda que estaba equivocada, quería escupir en la cara de Pakku de demostrar que la tradición era un tontería. Al principio pensé en entrenarla en combate únicamente, pero Hanta tenía demasiado talento, algo que no pude evitar explotar. Fue mi culpa que asesinara, pero me hizo feliz ver crecer su determinación para enfrentar a los demás.
Komo no me dijo nada, simplemente se quedó quieto mientras miraba hacia el océano.
- No eres malo Aratak, nadie lo es, pero debes saber que tus acciones tienen consecuencias. - sus palabras me hicieron exhalar - ¿Por qué actúas como si fueras a morir? Dejar a un sucesor, demostrar que estás en lo correcto y cambiar la forma de pensar de las personas, son cosas que solo realizan los mártires.
Sus palabras me incomodan, es la primera vez que alguien lee a través de mi.
- La vida es muy corta. - respondí mientras extendía mi mano al cielo - ¿En algún momento tus padres te hablaron del Avatar?
Mi pregunta parece desconcertarlo.
- Si. - responde de forma curiosa - Yo nací poco después de la muerte del Avatar Roku, por lo que mi padre y madre siempre hablaban maravillas del Avatar, por lo menos hasta que desapareció. ¿Por qué es importante?
Su pregunta hace que voltee a verlo.
- El mundo se acostumbró al Avatar. El periodo entre la muerte de un Avatar y la maduración del siguiente era el periodo en el que las pandillas y grupos criminales surgían. Las personas confiaban en que, sin importar lo que pasara, el Avatar los protegería tanto de las personas como de los espíritus. - mi voz poco a poco se hacía más fuerte - Sueño con un mundo en el que no se necesite del avatar, un mundo libre en el que las personas tomen buenas decisiones.

ESTÁS LEYENDO
Balance
FanfictionRodeado de nieve roja... Con sus huesos martillando contra la piel de sus enemigos... Expulsando lenguas de destrucción en el cielo... Marcado por la traición... Encontrará la paz...