Capítulo VIII

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Cuando volvimos a encontrarnos con Jackson, ya estábamos dentro de la chatarrería. Él comenzó a explicar quien era la mujer que estaba en la limusina.

- ¿Y ella que quería de ti? - Pregunté.

- Pues... En realidad no estoy seguro - Respondió él. Aunque era obvio que mentía - Me dijo que tuviéramos cuidado en la chatarrería de su marido. Y que no tomaramos nada.

Zoë rodo los ojos - La diosa del amor no haría un viaje solo para decirte esa tontería. Cuídate, Percy. Afrodita ah llevado a muchos héroes por el mal camino.

- Por una vez, coincido con Zoë - Dijo Thalía - No puedes confiar en Afrodita.

- Pienso igual que ellas - Dije - Solo hay que leer lo básico para saber que esa diosa no es de mucha confianza.

- Bueno, ¿Y como vamos a salir de aquí? - Pregunto Percy, cambiando de tema.

- Por este lado - Señaló Belladona - Hacia el oeste.

- ¿Como lo sabes? - Dijo Jackson.

- La osa mayor está al norte. Lo cual quiere decir que esto debería ser el oeste - Explico ella.

- Ah, ya - Dijo él - El oso ese.

- Habla con respeto. Era un gran oso. Un digno adversario.

- Chicos - Interrumpió Grover - Miren.

Ya habíamos llegado a la punta de la montaña de chatarra. Estaba lleno de objetos, mayormente metálicos.

- Hay cosas que parecen de oro - Exclamó Bianca sorprendida.

- Lo son - Respondió Thalia con seriedad - Como dijo Percy, no toquen nada. Está es la chatarrería de los dioses.

- ¿Chatarra? - Dijo Grover, sonaba ofendido. Luego tomo una corona de piedras preciosas y mordió un pedazo - ¡Está delicioso!

Me acerque a él y le quite la corona de las manos.

- Dijeron que no toquemos nada - Dije, mirándolo con el seño fruncido.

- ¡Miren! - Exclamó Bianca. Salió corriendo por la pendiente y tomo entre sus manos un arco plateado - ¡Un arco de cazadora!

Ella soltó un grito de sorpresa cuando el arco se transformó en un pasador de cabello con forma de luna.

- Es como la espada de Percy - Exclamó Bianca maravillada.

- Deja eso, Bianca - Le dije mientras me acercaba - No podemos tocar nada, ¿Recuerdas?

- No me digas que hacer, Matteo - Contesto ella, en un tono seco.

- ¿Porque me tratas así últimamente? - Pregunté.

Por fuera no parecía, pero me dolía que mí hermana me tratara de tal forma.

- ¿Lo preguntas en serio, Matteo? - Dijo ella. Dejo el pasador de cabello en el suelo y me miró severa - Me has estado llevando la contraria desde que descubrimos este nuevo mundo. Tu no tienes idea de lo difícil que ah sido para mí pasar por todo esto, es muy confuso.

- Claro que entiendo, es igual para mí. Lo que no sé es por qué crees que te he estado llevando la contraria - Respondí.

- Te molestaste cuando me uní a las cazadoras, te molesta como trato a Nico porque supuestamente soy mala con él y te molesta que no te preste atención.

- ¡Eso no es así! - Dije - Es cierto que me sorprendió la decisión que tomaste de unirte a las cazadoras, vas a dejarnos a mí y a Nico por inmortalidad.

A Blurred Story [Percy Jackson]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora