Capítulo III

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Desperté abruptamente de mí sueño al sentir como la chica gótica frenaba el autobús.

No recuerdo en que momento me dormí, pero parece que lo suficiente como para no enterarme de que esa chica conduciria el autobús de Apolo. Si lo hubiera sabido, no me habría dormido.

- ¿Ya llegamos? - Pregunté en un tono algo adormilado.

- ¡Si! - Respondió Nico con una sonrisa.

- Bueno - Dijo Apolo con una sonrisa - Era verdad, querida. Lo tenías todo controlado. Vamos a comprobar si hemos asesinado a alguien importante, ¿Les parece?

~•~

Al bajar del autobús, empezamos a recorrer el campamento.

Me sorprendió la cantidad de lugares y cosas que tenía. Como una pista de carreras, campos silvestres. También habían dificios al estilo griego decorados con luces parecidas a las navideñas.

- Guau - Dijo Nico sorprendido mientras se paraba junto a mí - ¿Eso es un muro de escalada?

- Si, así es - Respondió Jackson

- ¿Como es que cae lava? - Pregunto Nico, emocionado por todo lo que veía fuera de lo normal.

- Para ponerlo un poco más difícil... - Contesto Percy con simpleza y yo fruncí el seño - Vengan, les voy a presentar a Quiron.

Nico se volteo a verme - ¿Quien es ese?

- No tengo idea, pero debe ser algún tipo de autoridad de aquí.

Nico sonrió y asintió con la cabeza.

- ¡Zoë!, ¿Tu conoces...? - Percy no pudo terminar de hablar.

- Conozco a Quiron - Dijo ella en un tono seco - Dile que estaremos en la cabaña ocho. Cazadoras, siganme.

- Les mostraré el camino - Se ofreció el chico cabra.

- Ya conocemos el camino - Respondió Zoë, tajante.

- De verdad, no es ninguna molestia. Resulta bastante fácil perderse por aquí...

Tropezó por accidente con una canoa, pero se levantó rápidamente sin parar de hablar.

- Como mí viejo padre solía decir: ¡Adelante!

Zoë puso los ojos en blanco, pero creo que comprendió que no podría librarse del sátiro. Las cazadoras tomaron sus arcos y carcaj, y se encaminaron hacia la cabaña. Bianca antes de seguirlas le dijo algo a Nico al oído, ella esperaba respuesta, pero él solo frunció el seño.

- ¡Cuídense, guapas! - Grito Apolo a las cazadoras. A mí me guiño un ojo con una sonrisa ladina - ¡Cuídate, Matteo! Y no te pongas en peligro.

- Vale... - Respondí vagamente, no entendí porque el dios del sol me hablaba de esa forma.

Él no hablo más, se subió al autobús de un salto.

- ¡Nos vemos, Thalia! - Grito Apolo - ¡Y se buena!

Luego cerro las puertas y arranco. Desvié la mirada al saber que la luz del sol sería demasiado fuerte como para mirarla. Cuando volví la vista, había una gran nube de vapor.

A Blurred Story [Percy Jackson]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora