Capítulo XIII

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Narra Percy:

- ¿Qué es eso? ¿Una tormenta?

Zoë no respondió. Tuve la sensación de que sabía lo que significaban aquellas nubes y no le gustaba nada.

- Tenemos que concentrarnos - Advirtió Thalia - La Niebla aquí es muy intensa.

- ¿La mágica o la natural? - Pregunte.

- Ambas - Respondio ella con seriedad.

Las nubes grises seguían espesándose sobre la montaña. Y nosotros nos dirigíamos hacia allí. Habíamos dejado el bosque atrás para

internarnos en un espacio abierto plagado de barrancos y rocas. Miré el mar cuando pasábamos por una curva que se abría a una gran panorámica y vi algo que me hizo dar un bote en el asiento.

- ¡Miren! - Grité. Pero justo entonces terminamos de doblar la curva y el mar desapareció tras la montaña.

- ¿Qué viste? - Me pregunto Matteo.

- Un barco blanco - Dije - Junto a la playa. Parecía un crucero.

Thalia abrió mucho los ojos - ¿El de Luke?

Me habría gustado decir que no estaba seguro. Podía tratarse de una coincidencia. Pero yo sabía que no lo era. El Princesa Andrómeda, el crucero demoníaco de Luke, estaba anclado en la playa. Por eso lo había enviado al canal de Panamá. Era el único modo de navegar hasta California desde la costa Este.

- ¿Los malos tienen un crucero? - Dijo Matteo - Eso si que es estilo.

- Vamos a tener compañía - Exclamó Zoë con un tono lúgubre - El ejército de Cronos.

Iba a responderle cuando se me erizó el vello de la nuca.

Thalia dio un grito - ¡Frena!

- ¡Rápido, Zoë! - Gritó Matteo entrando en pánico.

Zoë pisó el freno a fondo sin hacer preguntas. El Volkswagen amarillo giró sobre sí mismo dos veces antes de detenerse al borde del barranco.

- ¡Salten! - Thalia abrió la puerta del copiloto donde se encontraba y se lanzo. Lo mismo hicimos Matteo y yo, caímos y rodamos los dos por el suelo.

Al instante fulguró un relámpago y el auto del doctor Chase estalló como una granada amarilla. Los pedazos como metralla nos habrían destrozado de no ser por el escudo de Thalia, que apareció sobre mí y Matteo de repente.

Oí un sonido a lluvia metálica y cuando abrí los ojos estábamos rodeados de chatarra. Una parte del guardabarros del Volkswagen se había quedado clavada en la carretera. El capó humeante todavía daba vueltas en el suelo. Había trozos de metal amarillo por todos lados. Noté el sabor del humo en la boca y miré a Thalia.

- Nos has salvado - Exclamó Matteo impresionado.

- "Uno perecerá por mano paterna" - Murmuró la chica - Maldito sea. ¿Es que piensa destruirme a mí?

Me costó un segundo comprender que hablaba de su padre.

- Eh, oye - Le dije - No puede haber sido el rayo de Zeus. Ni hablar.

- ¿De quién, entonces? - Dijo ella con notable enfado.

- No lo sé. Zoë ha pronunciado el nombre de Cronos... Tal vez ha sido...

Thalia sacudió la cabeza, furiosa - No.
Ha sido él.

- Esperen - Dijo Matteo - ¿A dónde fue Zoë?

Nos levantamos al mismo tiempo y corrimos de un lado para otro alrededor del Volkswagen destrozado. No había nadie dentro. Nada en la carretera. Miré por el precipicio, pero no vi ni rastro de ella.

A Blurred Story [Percy Jackson]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora