Capítulo 23

7 2 0
                                    

NARRADOR OMNISCIENTE

Pronto las personas de ahí comenzaron a entrar en pánico, ambulancias llegaron, los paramédicos bajaron de las ambulancias y comenzaron revisar a las personas. De inmediato dando el aviso que todos fueran a meterse en sus casas, no dejarán ventanas abiertas y mantuvieran todo cerrado, porque esa nube blanca de humo ocultando esa zona y expandiéndose; era humo tóxico, alguien arrojó una bomba ahí.

¿Para qué? lo más evidente, de esa forma buscando matar a más monstruos.

Las personas corrieron desesperadas, mujeres ignoraron que se les cayó un zapato mientras corrían. Todos estaban buscando salvarse, apenas supieron la noticia, Adrien volvió a repetirle a Marinette que no se quitará el casco y la agarró de la mano, porque la calle se estaba llenando de muchas personas, sí te apartabas un poco, podías perder a tu acompañante.

Adrien comenzó a caminar tomándola de la mano, buscando un taxi o un autobús para subir e irse de ese sitio. Mala suerte, los buses no estaban pasando y no había ningún taxi cerca.

-Pero Adrien, ¿y tú?... ¡puedes m0r1r sí inhalas el humo! -dijo la joven alzando la voz para ser escuchada entre el escándalo de la gente.

Algunos estaban tratando de entrar a la fuerza y el restaurante mexicano donde cenaron estaba cerrando ya sus puertas, no dejando entrar a más personas.

-No te preocupes por mí, yo no importo pero tú sí -le dijo Adrien.

-¡Claro que sí importas! -la joven iba a seguir protestando pero se encontraron con un paramédico, los hizo meterse dentro de la ambulancia e hizo una revisión rápida a los dos, después les hizo entrega de dos máscaras de oxígeno y lentes protectores.

Marinette se quitó el casco y se colocó la mascarilla de oxígeno. Los dos salieron de ahí con las mascarillas y lentes protectores puestos, ambos estaban bien.
Adrien volvió a darle la mano a Marinette, ella no dudó y agarró su mano, tenían que buscar un lugar donde quedarse, mientras pedían un Uber.

Corrieron un poco y los dos, se asustaron después del asombro, luego de ver las caras de las personas en tonos púrpuras, nadie les estaba ahorcando pero sus rostros reflejaron como sí alguien lo estuviera haciendo, cayeron al suelo con ese semblante tan terrorífico.

Adrien y Marinette siguieron trotando entre las personas.

-Marinette -ella volteó a verlo-; sé de un lugar, está cerca de aquí -ella asintió con la cabeza.

Él fue guiándola entre las personas, encontrándose en la parada de un bus, a una pareja, se detuvieron. Era una joven pareja que ya eran padres. De vista sólo parecían dormidos y la mujer traía en sus brazos un bebé envuelto en una cobija.

-¿Están?... -preguntó Marinette, mirando a Adrien.

Se acercaron y él soltó a Marinette, yendo hacía la joven pareja, les tomó el pulso en la zona radial, él miró a Marinette, negando con la cabeza.

-Están muertos.... -dijo.

NARRA MARINETTE:

Miré el bebé en los brazos de la mujer, retiré la cobijita y apreté mis labios sintiendo un nudo en la garganta, el bebé tenía la carita pálida y los labios entre un color azulado y púrpura. Murieron.
Pude ver qué Adrien también sintió tristeza por ellos. Eran muy jóvenes...

Recibí un fuerte golpe a un lado de la cabeza, inmediato caí de lado y sólo alcancé a meter mi brazo para no golpearme la cabeza en el duro pavimento. Cerré los ojos, aturdida por el dolor, incluso me pareció ver lucecitas al abrir los ojos. Un hombre se me subió encima, trató de quitarme la máscara de oxígeno, no se lo permití, entonces intentó ahorcarme, antes de poder defenderme y darle un golpe al hombre, Adrien lo agarró del cabello y alejó de mí, le dió un puñetazo en la cara y después lo arrojó con tanta facilidad al piso.

JUEGO DEL MONSTRUO (en proceso) Donde viven las historias. Descúbrelo ahora