Capítulo 33

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Las primeras nevadas cayeron en la ciudad; el aire frio se sentía y los copos de nieve caían moviéndose a un ritmo suave y lento hasta caer y tocar el suelo, pequeños copitos se pegaron en la tela de ropa que usaba, Dann; el “hermano” menor de Félix.
Iba caminando por las calles, pensando en lo que hizo su hermano, sabía bien que ese no era un buen acto, estaba decidiendo por un cuerpo que no era el suyo, sí no lo había denunciado; es porque todos saben, que las leyes no funcionan mucho en las grades corporaciones; el laboratorio que lidera Félix, es una de esas corporaciones.

Terminó de caminar por las banquetas donde iban pocas personas y llegó a su casa; una grande casa de dos pisos con muchas habitaciones. Sí Dann no se ha ido de casa, es porque también tiene una parte heredada, su orgullo lo hizo seguir ahí y no dejar a Félix viviendo solo.

Después de meter las llaves y entrar a casa, se quitó el suéter y lo sacudió un poco, quedando únicamente con la camisa puesta para luego ponerse las pantuflas.

Fue a la cocina para prepararse un aperitivo, cocinaría lo que se le da más bien “un sandwich”, porque no sabe cocinar. Sacó un par de rebanadas de pan blanco, luego, su mente volvió al problema de Adrien y Marinette.

A él no le interesaba la vida de otros, pero vamos, tampoco él era una persona que se hiciera de la vista gorda cuando había una injusticia y ahí y eso estaba sucediendo. ¿Al menos sería posible que Adrien supiera que va a ser papá? Por supuesto que no. Eso respondió Félix.

Salió de sus pensamientos, prestando atención a el jamón en sus manos, perfecto momento en que el sonido del timbre se hizo escuchar.

Dejó el jamón sobre el pan y se dirigió a la puerta, por un instante, creyó que se trataba de Félix,pero no podía ser él; porque él siempre carga las llaves. Abrió la puerta y sus ojos se abrieron en sorpresa, mirando a la joven frente a él; es Tiana. Una muchacha de la misma estatura que Marinette, incluso comparten el mismo tono de piel pálido, excepto, que el cabello de Tiana es corto un poco más arriba de los hombros.

Ella siempre ha convivido con Dann, son amigos.

—¿Te llamé por telepatía? —preguntó en una sonrisa Dann, mirando a la joven.

Tiana sólo sonrió un poco y entró, quitándose la chaqueta y sacudiéndose un poco el cabello por los copitos de nieve.

—Sí estás aquí, es por un chisme…. ¿por qué ahora no te abrió el guardia? —opinó Dann, cerrando la puerta para después caminar atrás de ella.

—Se tomó un descanso, es un humano también, hasta las máquinas necesitan un descanso —dijo Tiana, sentándose en el sillón.

                      
                 •~•   •~•  NARRA DANN •~•  •~•

Llegué al sofá individual de cuero y me senté. Esperando el chisme. La otra vez me visitó y trajo chisme, me avisó lo que estaba haciendo el idiota de Félix que no me dijo nada y ya llevaba una semana.

—¿Cómo va la cosa? —pregunté mirándola a sus ojos negros.

Sonrió al tener mi mirada.

—Ya, dilo. ¿Fracasó la inseminación?....—pregunté de nuevo.

—No. Todo bien. Después la chica estará en observación por 24 horas.

—Félix está demente. Sólo son un par de jóvenes como nosotros, ¿te imaginas ser padres tan pronto?... tan sólo mira la situación. Marinette, tenía ideas de seguir estudiando, para ser Azafata. Adrien, aunque no sea tan inseguro sobre su yo monstruoso como cuando era niño, detesta esa parte de él. Aunque a veces diga que no y finja que no, lo sigue haciendo. Marinette, merecía seguir ese sueño y Adrien, él….

JUEGO DEL MONSTRUO (en proceso) Donde viven las historias. Descúbrelo ahora