CAPÍTULO 25

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Error de escape

Adrien:


Abrí los ojos, la habitación estaba un poco a oscuras. Iluminado únicamente con ayuda de una lámpara sobre una mesa cerca de mi cama.

¿Qué demonios pasó?

Cerré los ojos de nuevo, sintiendo el cuerpo un poco adolorido, los cerré con más fuerza, tratando de recordar qué pasó y, siendo más consiente; ¿por qué estaba a un respirador? ... abrí de nuevo los ojos, esta vez, mirando el reflejo mío en el techo, ese techo parecía de aluminio o con un material parecido.

Tenía una bata y estaba conectado a unas extrañas máquinas. Ver mí propia mirada verde, recordé la misma del hombre con máscara de cuervo.
Mis recuerdos se aclararon.
Intenté escapar.
Había tratado de salir de este lugar.

//FLASHBACK//

Mi cara estaba de lado sobre una mesa, me levanté con cuidado y me dolió el cuello, no supe cuánto tiempo estaba así pero sí lo suficiente para hacerme doler el cuello.
No me había dado cuenta enseguida, hasta después de verme una horrible bata.
Miré a mí alrededor, estaba en una habitación con una camilla pero desperté dormido con la cara sobre una mesa.

Me levanté con cuidado, miré mis pies descalzos.

¿Por qué me tenían ahí?

Por un momento quería entrar en desesperación por estar ahí, pero en cuanto seguí caminando, Lirio llegó a mi mente.

¿Y sí tal vez podía y aún no estaba todo pérdido?

-Lirio -hablé bajo-, Lirio... -recordé sus pequeñas manos tocando mi cara y nuestras respiraciones mezclándose-; mi amor... -miré con cuidado todo a mí alrededor.

Y entonces, me propuse.

Sí salía de ahí. Volvería con ella.

Tenía miedo de lastimarla pero haría una opción;
"sí intento dañarte, no dudes en m4t4rme Lirio".

Pensar que eso era una opción, me daba esperanzas de poder decirle todo y aclararlo.
De tener la esperanza de poder tenerla, que fuera mía, mi novia, mi amor. Mí chica. Mí Lirio.
Está bien pero sí de verdad quería lograrlo. Tenía que salir de ahí.

Miré a otro lado y sonreí al ver una ventana, me acerqué ahí y me encontré con que la ventana tenía barrotes.

Tenía que salir de ahí.

No quería ser más la rata de laboratorio de ese hombre.

Recorrí las cortinas y puse mis manos sobre los barrotes, intenté quitarlos pero nada.
Un segundo intento y después del tercero, bajé las manos y las miré.

¿Qué me pasaba?...
Solía tener más fuerza.

Volví a poner las manos sobre los barrotes y quitarlos pero fue en vano.
Rápido escuché que alguien se acercaba, con rapidez me acerqué y apoyé a un lado de la puerta, mirando por debajo y esperando a la persona entrar.

Escuché atentamente, eran pasos delicados y apresurados, el aroma me lo dijo todo;
Una mujer iba a entrar.

Tenía que armar un plan para poder salir de esa habitación;

• ¿Podía golpear a la mujer?

No. Por supuesto que no.

2 - .....

La puerta se abrió y por el color de su cabello y su figura, di con ella; Lila.

2... aún no pensaba cuál sería la segunda opción, pero sí hubo una alerta en mí, al no verme en cama ella daría un grito que pondría en alerta a todos.

JUEGO DEL MONSTRUO (en proceso) Donde viven las historias. Descúbrelo ahora