Avec un baiser, comme la belle au bois dormantAdrien
Llegué al lugar indicado que dijo Kagami, ni siquiera era una cafetería sino una habitación espaciosa con dos mesas largas separadas en el centro; era como sí más personas fueran a llegar para comer, porque además estaban esas bancas.
En la entrada visualicé el mostrador en el fondo lleno de comida y encima pocas bandejas de plata en un montón.
Era como sí fueran a comer más monstruos.
No le di importancia y me dirigí ahí, agarré una bandeja mirando con atención los diferentes platillos de comida.
Aunque pensé la opción de no comer y dejarme morir de hambre, deshice la idea y escuché unos pasos, alguien estaba cerca, miré por el rabillo del ojo, pude ver los zapatos de un hombre.
Éste se aclaró la garganta.
-Te han despertado -mencionó.
-¿No es obvio?
-Debería preguntar, ¿me recuerdas? -se me hizo raro escuchar eso, tan pronto como me giré para verlo, él se dio la vuelta y se marchó.
Me dejó confuso.
¿Recordarlo?... ¿y quién debía ser?
No tomé mucha importancia y miré de nuevo la comida.
Había variedad de fruta, helado, ¡ay! los ojos me brillaron al ver helado. Agarré la cuchara de metal y me serví dos bolitas de helado de vainilla con trozos de galleta de chocolate, luego me fui por un racimo de uvas, un poco de atún con verduras y ... agarré dos rebanadas de pan blanco.
No sabía a qué se debía tanta variedad de comida, sí parecían torturar, no querer llenarte de rica comida. Me daba la impresión tuviera su lado oscuro.
Por esa razón estaba pensando en no obedecer mí estómago y no comer.
Pero sí tenía hambre, mucha, tan sólo ver la comida que serví en la bandeja dividida, se me hacía la boca agua.
No pude soportar otro momento más y agarré la cuchara y la llené con mucho atún y verduras, cerré los ojos disfrutando los sabores explosivos con un buen sazón en mi paladar.
La comida podía ser realmente muy rica o tenía sabrá Dios, muchos días sin probar bocado que comer alimentos sin estar deliciosos, mi hambre me haría decir que sí.
Eso era como una pregunta existencial.
No pensé más y callé cualquier palabra en mi cabeza con cucharadas llenas del atún y sentí fria la cabeza con un dolor luego de llevarme dentro de la boca una bola de helado.
Aún no terminaba de pasarme el helado y miré a la puerta. Casi me ahogué con el helado, después de ver a la muchacha entrando por la puerta.
Sentí que abrí más los ojos.
Me habían hecho olvidarla, pero recordaba muy bien haberla visto ahí en esa habitación dormida.
Es una mujer alta, de cabello largo color oscuro. No traía bata, sino un vestido hasta por encima de las rodillas.
Verla, me hizo olvidarme incluso de mi comida.
Terminé de pasarme el helado y estaba a punto d dejar la bandeja en la vitrina.
Ella llegó más rápido de lo pensado, se veía diferente, porque la mirada la tenía... extraña, rara.
Agarró una bandeja y no me habló, tampoco me miró.
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JUEGO DEL MONSTRUO (en proceso)
FanfictionMarinette Dupain-Cheng, siendo una niña de nueve años de edad, se ve obligada a asisitir a las primeras pruebas que se hacen todos los años en Agosto, en París, Francia. No sólo ella, todos los niños son obligados a asistir, sin importar sus respect...