💭 act six.

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Mia's pov

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Mia's pov

Después de unas largas semanas en las que solo hablaba con Arda y mis amigos, finalmente había comenzado las clases en la universidad. Sin embargo, no había logrado ver a Arda, y su ausencia me inquietaba más de lo que estaba dispuesta a admitir. Él ocupaba mis pensamientos con frecuencia, y me preocupaba por responderle y hablarle todos los días, aunque me esforzaba en mantener la fachada de que me caía mal.

Hoy, viernes, por fin podría descansar de una semana ajetreada. Aunque no tenía clases, iba a ir a mi antiguo colegio. Rodrigo, uno de mis amigos, jugaba en un evento donde asistirían algunos futbolistas del Barcelona. Realmente, los jugadores me daban igual; iba solo por apoyar a Rodrigo.

Apenas llegamos Rodrigo nos dejó en una pequeña sala de la institución.

—Mi hermana se va a sentar con ustedes, si quieren la pueden esperar aquí. Bueno, molestias, yo me tengo que ir porque esto de ser Cristiano Ronaldo es muy cansado.

Antes de que pudiéramos responder, ya se había ido. Nos quedamos esperando a Vivienne, su hermana menor. Amelie, Rodrigo y yo nos conocíamos desde el internado en Gales, y seguir juntos en la universidad no era sorpresa.

—Oye, Vivi ya se tardó —dijo Amelie, preocupada después de varios minutos. — Le voy a llamar.

Mientras ella intentaba contactarla, observé el ambiente. La emoción era palpable; todos esperaban ansiosos a los futbolistas.

—Me llegó un mensaje —dije al sentir mi celular vibrar—. Es de Vivienne, dice que vayamos a las gradas, que allá nos veamos.

—Vamos —dijo Amelie mientras comenzábamos a caminar—. Por cierto, mi papá no va a poder venir, y ya ves que Rodrigo se va a quedar. Podemos pedir un Uber.

—Arda va a venir por mí, hoy tenemos una salida —dije con un poco de pena.

—¿Una cita? —Amelie alzó una ceja con una sonrisa.

—No, solo vamos a un restaurante turco y me va a dar un regalo que me compró —respondí, restándole importancia.

Me daba vergüenza hablar sobre eso, así que agradecí que Amelie solo riera. Llegamos a las gradas, que ya estaban casi llenas, y rápidamente apartamos un asiento para Vivi.

—Allí viene la pérdida —Amelie señaló a Vivienne que venía distraída.

—¿Por qué no llegabas? —pregunté mientras quitaba mi mochila del asiento.

—Me pasó un accidente —dijo recibiendo una seña para que continuara—. Me encontré con los futbolistas y los tuve que guiar.

𝘿𝙚𝙡𝙞𝙘𝙖𝙩𝙚 ☆ Arda Güler Donde viven las historias. Descúbrelo ahora