💭 act sixteen.

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Mia's pov

Era lunes por la noche cuando finalmente llegué a Madrid. El vuelo había sido largo y agotador, pero mi fin de semana en Bahréin había sido increíble. Pasar tiempo con mi familia siempre era divertido, y esta vez no fue la excepción. Sin embargo, ahora estaba de vuelta, y tenía que resolver algunas cosas pendientes de la universidad.

Al entrar en mi apartamento, lo primero que hice fue dejar mi maleta junto a la puerta. Mi estómago rugía de hambre, así que decidí salir a comprar algo rápido para comer. Justo cuando estaba a punto de abrir la puerta para salir, el timbre sonó. Pensé que podría ser Amelie; tal vez ella podría llevarme a un restaurante o a un McDonald's.

Para mi sorpresa, al abrir la puerta me encontré con Arda. Sostenía globos, bolsas de comida, regalos y un pastel. Me quedé sin palabras por un momento.

—Hola —dijo Arda, con una sonrisa nerviosa.

—Hola —respondí, aún atónita.

—¿Puedo pasar? —preguntó, mirando las bolsas de comida.

—¿Tienes comida? — dije, tratando de esconder mi hambre y curiosidad.

Arda asintió, y yo, aunque un poco renuente, lo dejé entrar. Vi cómo comenzaba a acomodar todo en la mesa del comedor. A pesar de sentirme un poco invadida, no podía negar que estaba agradecida por la comida.

Una vez que todo estuvo en su lugar, Arda se giró para mirarme.

—¿Podemos hablar? —preguntó, con una mezcla de seriedad y esperanza en su voz.

Asentí, sabiendo que esta conversación era inevitable.

—Sé que hay bastante de qué hablar, pero primero quisiera explicarme —comenzó, su voz temblando ligeramente— No estoy con Duru. De hecho, hablé con ella y va a volver a Turquía. Sí, besé a esa chica, pero estaba muy borracho y ni siquiera pasé la noche con ella. Que pena, vine a llorar afuera de tu puerta. La única a la que amo es a ti.

Su confesión me dejó sin palabras. Sentía una mezcla de emociones: enojo, tristeza, confusión, pero también una pequeña chispa de comprensión.

—Arda... —empecé, sin saber exactamente qué decir.

—Mia, sé que he cometido muchos errores, y sé que te he hecho daño. Pero estoy aquí para pedirte una segunda oportunidad. No quiero perderte —continuó, su mirada suplicante.

Suspiré, tratando de ordenar mis pensamientos.

—No sé, Arda. Todo esto ha sido muy difícil para mí. Me siento herida y traicionada. No sé si puedo simplemente olvidar todo lo que pasó — dije, con sinceridad.

𝘿𝙚𝙡𝙞𝙘𝙖𝙩𝙚 ☆ Arda Güler Donde viven las historias. Descúbrelo ahora