Mahito: ¡Ven para acá! —dijo mientras me tiraba del brazo levantándome brusco del suelo—
(TN): ¿Para dónde? ...Mi amo...
Mahito: Sólo cállate.
Caminamos por la lluvia por un buen rato hasta que llegamos a un edificio que se encontraba abandonado. Había una cinta amarilla que decía no pasar y muchas ventanas rotas.
Mahito: Subirás tu primero.
Rodeamos el lugar hasta dar con una de las ventanas más cercanas a la calle. Me hizo una señal para que me subiera a sus hombros y pudiera entrar al lugar.
Al ingresar, no podía ver absolutamente nada. No entendía para dónde me había llevado y si acaso me metería en problemas. Mientras me sumergía en preguntas, Mahito aparecía con gran facilidad frente a mí o por lo menos eso creía ya que en la oscuridad no podía detectarlo muy bien.Mahito: Aquí es donde vivo —dijo seco—
No quise emitir comentario alguno sobre qué tipo de vida tiene o a qué se dedica. Creo que este tipo está loco y debía actuar con cautela.
Mahito: Subiremos al cuarto
Tomó mi mano derecha bruscamente y subimos por unas escaleras hasta llegar al lugar. Abrió la puerta de la habitación y me empujó hacia un colchón que se encontraba en el suelo.
Mahito: Vamos a terminar con lo que empezamos
No entendía qué era lo que me pasaba pero, ya no quería seguir luchando por evitarlo. No sé si es sumisión, cansancio o simplemente me estaba enamorando. Pero creo que negarme a hacer lo que él dijera no era buena idea, más si iba a recibir un castigo.
Mahito: ¿Acaso te han comido la lengua los ratones?
(TN): Lo que tú digas lo cumpliré mi amo
Mahito: Si quieres que baje la guardia no lo lograrás. Yo no soy capaz de sentir amor como ustedes los humanos.
Me desnudó por completo y comenzó a morder mi cuerpo como si de un vampiro se tratase. Mi cuerpo no reaccionaba al dolor y a Mahito lo hacía poner de malas.
Mahito: ¿Acaso no sientes dolor? —dijo mientras seguía introduciendo sus dientes en mi piel—
(TN): Creo que me acostumbré mi amo —dije suspirando—
Mahito: Debo admitir que me gustaba tu rostro y voz de dolor pero, tu sumisión es aún más excitante.
En cada mordida que me daba hacía que pequeñas gotas de sangre salieran al exterior. De apoco mis labios esbozaban unos pequeños chillidos que provocaban una erección en su miembro.
Mahito: ¡Maldita mocosa me pones muy caliente!
Su miembro comenzaba a entrar a la fuerza en mi intimidad estrecha. No me esperaba algo así luego de que le dijera en el callejón que era menor de edad. No quería quedar embarazada de este extraño ni menos contraer alguna infección pero tampoco quería que se detuviera. En cada embestida comencé a gemir aún más fuerte y Mahito gritaba del placer.
Mahito: No entiendo qué es lo que me pasa contigo. —dijo jadeando—
(TN): No pare de follarme mi amo. Por favor se lo ruego
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90 MINUTOS
FanfictionUn día lluvioso en una ciudad que no conoces, sin dinero y un extraño te recoge. Historia +18 🔞