Capítulo XXVI

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Kenjaku subió a la cama arrastrándose con sus manos y rodillas sobre las sábanas. Su mano derecha bajo la sábana con la que me escondía de ellos.

Kenjaku: -sonrisa traviesa- deberías comer algo (TN)..estás muy pálida.

En cierta manera la mirada de Kenjaku me hipnotizaba, sus palabras dulces y armoniosas me daban una sensación de paz.

(TN): Es-toy bien. -dije nerviosa-

Kenjaku: Vamos..no seas terca. Conoces cada rincón de esta habitación -su mirada se oscurecía-

Mahito: -chasquillo de dientes-

Kenjaku me tomó en brazos y me llevó a la cocina, sus ojos se sonreían al mirarme. Mahito quedó quieto mirando las sábanas, le preocupaba ver que su ex amigo me trataba de manera muy diferente a lo que él hacía. ¿Podría cambiar por mi? ¡Nah! La esencia de él era ser un sicopata. Eso jamás cambiaría. 

Kenjaku: -dejando un plato de comida en la mesa mientras yo me sentaba con dificultad- Oh lo siento (TN) trataré de no ser tan brusco la próxima vez.

(TN): -sonrojándome- es...está bien. De todas formas me gustó. -tono bajo-

Kenjaku: -sonriéndome- Deja que te alimente, digamos como. Una manera de enmendar mi error..

Kenjaku tomó el tenedor y empezó a partir la comida en trozos más pequeños para dármelos en mi boca. Pareciera que en verdad lo disfrutaba, sentía una calidez en su acción que me encandilaba. Su mano libre acariciaba mis muslos aunque, sus dedos inquietos tocaban algo más.

Kenjaku: -su rostro cambió al dirigirse a Mahito- ¿Acaso te quedarás ahí para siempre?

Mahito: -caminado hacia nosotros- ¿Y qué supone que debería hacer o decir? Pareciera que no existo en esta habitación.

(TN): No diga eso mi amo...sólo estoy comiendo algo. ¿Por qué no me acompaña? Hay suficiente para los dos y no creo poder terminarlo. Kenjaku, ¿quieres tú también?

Kenjaku: Si me quieres alimentar. Podemos ir a la cama ahora.

Mis mejillas se sonrojaron a la vez que Kenjaku terminó esa oración. Mahito apoyo un codo en la mesa y su mano afirmaba su rostro mirándome.

Mahito: ¿Puedes mirarme (TN)? -dijo celoso-

(TN): Oh perdone mi amo..-mi mirada se desvió a los ojos de Mahito-

Kenjaku: -risita-

Mahito: ¿¡De qué te ríes??

Kenjaku: De nada...

Luego de eso estuvimos todo el día y la noche los tres juntos. Fue todo muy intenso y una experiencia muy especial. Dormíamos en la misma cama y debía lidiar con el carácter de ambos, a veces querían dormir abrazados a mí o seguir toda la noche follando y eso hacía que. Tuviéramos ciertas discusiones. De eso han pasado 2 semanas, pero, había olvidado que mi periodo se había atrasado. Cuando solo estaba con Mahito, era regular. Pero desde que comencé a estar con Kenjaku eso había cambiado. Sé que ambos son maldiciones y es prácticamente imposible pensar en algo más...pero, en cierta forma me aterraba imaginar que hubiera un margen de error.

03:00am -Me levanté de golpe en dirección al baño-

Vomité desde que el reloj marcó las 03:00 hasta las 4:00am

4:15am -Me dormí en el suelo con la cabeza metida en el WC-

4:30 -Mahito se levantó al baño a orinar y se dio cuenta de mi presencia-

Mahito: ¿Qué haces ahí? -Sin respuesta de mi parte- ¡Oye! ¡Te estoy hablando!

Mahito se acercó a mí y se dio cuenta de que había estado vomitando y mi boca estaba sucia. Tomó un pedazo de papel higiénico y me limpio cuidadosamente. Se sentó junto a mí y sus brazos rodearon mi cuerpo mientras que su mano acariciaba mi rostro pálido.

Mahito: -susurrando- Amor...dime lo que te pasa

Quizás había perdido el conocimiento o tal vez, había una pequeña y remota posibilidad de que estuviera embarazada. Mahito me tomó en brazos y me llevó a la cama.

Mahito: -Hey! Kenjaku! Algo le pasa a (TN)...

Kenjaku: -somnoliento restregándose los ojos- ¿Qué es lo que pasa?

Mahito: No lo sé. La encontré dormida en el baño al parecer ha estado vomitando.

Kenjaku: -Acercándose a mi pecho- Pues..está respirando. Eso es un problema menos. Tal vez, le cayó mal algo que comió. Suele pasar en los humanos. Duérmete, cuando amanezca veremos cómo sigue.

Mahito durmió de lado mirándome preocupado, sus dedos acariciaban mi mejilla y sus labios se acercaban a mi pecho para besarlo. Se quedó abrazado a mi pecho escuchando mis latidos como un niño pequeño.

6:00 -Me levanté nuevamente al baño, en mi estómago no había nada más pero mi cuerpo seguía obligándome a vomitar-

Regresé a la cama y cerré mis ojos otra vez. Cuando el reloj marcaba las 08:00 am desperté por un olor a dulce que provenía de la cocina. Nuevamente, regresé al baño.

Kenjaku notó desde la cocina que había ido desesperadamente al WC y miró a Mahito que despertaba al no sentirme en la cama. Salí del baño lentamente, todo me daba vueltas. Es como si tuviera resaca pero, con la diferencia que yo no bebo.

Kenjaku: ¿(TN) qué tienes? -acercándose a mi-

Mahito: ¿Todavía tienes ese malestar? ¿Comiste algo en descomposición o qué?

(TN): No lo sé...-dije con un hilo de voz-

Kenjaku: -rodeando sus brazos sobre mi cintura- Cariño, debes decirnos qué pasa.

(TN): Ni yo entiendo nada. Ustedes vieron que ayer me encontraba bien.

Me solté de los brazos de Kenjaku y con mis últimas fuerzas me acosté nuevamente, Mahito me observaba muy de cerca en la cama interrogándome:

No es posible que esto no tenga explicación. ¿Cómo se supone que sabremos si lo que tiene (TN) no es peligroso?

Kenjaku se acostó a mi lado. Él tampoco entendía pero se mantenía más tranquilo que Mahito. De pronto recordé lo de mi periodo.

(TN): Uh~

Kenjaku y Mahito: ¿Qué?!

(TN): Creo que ya sé qué pasa. Pero...es imposible ...

Mahito: ¿Qué es imposible?!

(TN): Bueno..ustedes me dijeron que eran maldiciones. Técnicamente no son humanos. Su forma lo es pero no lo demás...y...haciendo comparaciones. Bueno, uhm creo que es una estupidez...olvídenlo

Kenjaku: Dinos qué sucede

(TN): -tomando aire- Cuando solamente estaba con Mahito, mi periodo siempre era regular. Pero desde que he estado contigo Kenjaku he tenido periodos irregulares e incluso en estos momentos tengo un atraso. Yo sé que es imposible pero, son síntomas de embarazo...

Kenjaku sorprendido por la inesperada noticia, sus ojos brillaban y comenzaban a humedecerse. Mahito en cambio, estaba descolocado y un pánico entraba en su interior.

Mahito: Eso...¡Eso no puede ser! ¡Las maldiciones no pueden embarazar a humanos! Además, si es posible algo así..¡yo no estoy preparado para ser padre! ¿Ustedes pueden abortar no es así?! Tú no me puedes hacer esto...

Kenjaku se acercó a mi vientre y apoyando su oído en él y su mano acariciandome dijo:

¿Mi hijo?...ser padre...-susurrando- Sería el mejor regalo que me podrías dar.

90 MINUTOSDonde viven las historias. Descúbrelo ahora