Capítulo XXVII

236 17 5
                                    

Mahito: ¡Debes estar bromeando! Kenjaku eso no puede ser posible...

(TN): -con lágrimas en mis ojos- ¿¡Cómo es posible que no quiera ser padre mi amo?! Yo lo amo demasiado...

Mahito: -alterado- No no, ¡tú sabes que no estoy hecho para serlo!

Kenjaku: Pues deberías haberlo pensado antes de follarte una menor..

Mahito: ¡Tú cállate! Ambos estamos metidos en el lío...

Kenjaku: Bueno pues..yo no lo veo como un lío. -Sus manos acariciaban mi vientre- Tengo muchos planes para nosotros ...

Mahito: ¿¡Y yo qué?! ¿Alguien quiere pensar en lo que yo siento??

Mahito: ¡tiene que ser una maldita mentira! -tomándose la cabeza-

Kenjaku: Existe una leve posibilidad de que esté embarazada. Mis ancestros también se mezclaron con humanos y tuvieron hijos.

Mahito: ¿Y acaso lo ves como una posibilidad?? ¡Ese bastardo no puede nacer!

(TN) -llorando-

Kenjaku: ¡Mira lo que hiciste! ¡Si no te importa te puedes largar!, ya lo haz hecho antes ¿no? -mirada desafiante-

Kenjaku me abrazó y me beso la frente con dulzura. Mahito se dio cuenta que sus palabras me habían dolido y se acercó a mí.

Mahito: Perdóname (TN)..yo no quise...-tomando su mano-

(TN): -le quité la mano bruscamente y le dije: No quiero hablar contigo...

Mahito abrió sus ojos como platos y bajó la mirada. Pero no quiso irse, sino que, se quedó en el living toda la tarde. Otro síntoma que tuve fue que, cuando los vómitos cesaron, comencé a tener mucho sueño. Podía dormir horas en la cama y Kenjaku estaba ahí para cuidar mis sueños. Dormía abrazado a mi cuerpo, se preocupaba mucho por mi. Lamentaba que mahito a quien había amado primero, no fuera de la misma manera.

Al llegar la noche, desperté en dirección al baño. Ya no tenía mareos ni tampoco vómitos. Me sentía bien pero con mucho sueño. Kenjaku dormía profundamente sobre la cama semidesnudo y Mahito desde que me enojé con él no había dormido en la cama con nosotros. Caminé hacia el living y vi que estaba acostado en el sillón con muchas latas de cerveza en la mesa y colillas de cigarros . Me acerqué a limpiar el desorden cuando sentí que una mano tocaba mi muñeca.

Mahito: (TN)...¿te sientes mal? ¿Necesitas algo? -dijo tímidamente-

(TN): Estoy bien. Vine a verte. -mirando el desastre-

Mahito: Oh bueno. He tenido mala noche pero, verte lo mejora.

(TN): -Mi rostro no esbozaba ni una sola sonrisa a sus palabras. En verdad me habían dolido sus palabras- Me iré a dormir otra vez..-dije seca-

Mahito: No...espera. Quiero pedirte perdón ...-me acerco hacia él dejándome un espacio para que pudiera recostarme y así poder abrazarme por detrás-

(TN): Mahito...

Mahito: Perdóname (TN)...me duele más que me dejes de hablar a la posibilidad de ser padre. Son cosas nuevas para mí, jamás creí pasar por algo así . -acercándose a mi cuello para besarlo-

Mahito: Hueles tan bien como el primer día que te conocí...

Aún seguía muy enojada con él, miraba mi vientre pensando en el peligro que sería tener a Mahito cerca si llegase a tener un bebé.

Mahito: Te prometo que no hare nada . Te suplicaré si es necesario pero, no me dejes.

Comenzó a besar mi cuello y sus manos acariciaban todo mi cuerpo. Sus manos se detuvieron en mi vientre y su respiración era más pesada. Subió sobre mí mientras seguía besando todo mi cuerpo, empecé a olvidar mi molestia en ese momento. Mi cuerpo se estremecía de apoco y comencé a gemir de placer. Mahito me quitó la ropa y yo me dediqué a besar su cuello y sus hombros.

(TN): ¿No te preocupa que pueda estarlo o que pueda quedar? -dije en voz baja-

Mahito: -mirándome- ¡Al diablo! Quiero hacértelo ahora.

Comenzó a embestirme más fuerte que de costumbre y un gemido fuerte salió de mis labios, Mahito tapó mi boca con sus manos pero fue tarde. Kenjaku despertó al sentir que estábamos haciéndolo en el living de su casa. Llevó sus manos atrás de la cabeza y miró al techo con expresión seria.

Mahito gemía de placer y se sentía muy feliz por estar dentro de mi. Por primera vez comenzó a besarme dentro del acto sexual.

Mahito: te amo..-embistiéndome-

(TN): -sonriéndole- yo también lo amo mi amo

Mahito: ya no soy tu amo. Llámame mahito.

Lo hicimos toda la noche y nos quedamos a dormir en el sillón hasta la mañana siguiente. Kenjaku llegó al living con una taza de whisky y vestido sólo con un pantalón. Su dorso desnudo y sus músculos trabajados se hicieron notar.

Kenjaku: Buenos días tortolitos.

(TN): -me asusté al escuchar su voz y me tape rápido con el pijama que se encontraba en la alfombra-

Kenjaku: Oh vamos. Ya te he visto desnuda antes. No sientas vergüenza.

(TN): -me levanté con cuidado de no despertar a Mahito- Sí bueno, aún no me acostumbro -dije mientras me dirigía a la cocina que estaba junto al living-

Kenjaku: -abriendo el refrigerador mirándome de reojo al ver que saco una fruta de la mesa- Sí bueno...eso..-Kenjaku me arrinconó en la cocina tomando mi rostro- ¿no te haz olvidado de mí o si? -mirando a Mahito en el sillón-

(TN): Oh...no me digas que nos escuchaste

Kenjaku: Algo...-sonriéndome- ¿Dónde está mi beso de buenos días?

Me acerqué a sus labios lentamente y él no espero más. Sus manos tocaban mi trasero levantando la polera que tenía de pijama e introduciendo su lengua de forma efusiva en mi boca.

Kenjaku: Si resulta que no estás embarazada, podemos seguir intentándolo -dijo entre besos-

Me sonroje a escuchar eso pero en el fondo si me gustaba. Kenjaku tiene ese instinto de padre que tanto esperaba en Mahito.

Kenjaku: Estoy muy caliente contigo ahora. Ven. Vamos. -tomándome de la mano hacia la cama-

90 MINUTOSDonde viven las historias. Descúbrelo ahora