Capítulo XVII

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¡Mierda! Ni siquiera puedo dormir. Tengo a cada lado a dos hombres increíbles, creo que iré a la ducha un momento. Me desnude en la habitación y entré al baño. Al salir, ambos dormían plácidamente.

(TN): Pareciera que estuvieran en coma —pensé— jamás vi hombres tan borrachos en mi vida como hoy.

Sequé mi cuerpo con la toalla de Kenjaku y busqué un secador de cabello en el baño. Me dirigí al living sentándome en el primer sillón que encontré. Conecte el secador y comencé a secármelo tranquilamente. Luego de un rato sentí que alguien estaba mirándome en el marco de la puerta.

(TN): Oh ¿Lo desperté mi amo?

Mahito se sentó a mi lado y dijo:

¿Qué haces aquí? Ven a la cama...

(TN): De inmediato mi amo. Termino de secar mi cabello y regreso a la cama.

Mahito: ¿Por qué estamos en la habitación de Kenjaku? —tomándose la cabeza—

(TN): Él insistió que debía dormir en una cama "decente" y pues, llegamos los tres.

Mahito: Joder..mi cabeza me duele —interrumpiéndome—

(TN): Iré a buscar un analgésico mi amo. Deme unos minutos y se lo traeré.

Me coloqué de pie con la toalla cubriendo mi cuerpo. Mahito tomó mi mano y detuvo mi camino.

Mahito: Eso lo puedes hacer después. Siéntate en mis piernas (TN).

Haciéndole caso a sus órdenes y luego de estar unos minutos en silencio, Mahito decidió besarme sin más.

Mahito: Te veías tan hermosa en el bar —jadeando— ERES muy hermosa ..

Mahito: Te deseo todo el tiempo —jadeando—

Decidimos quedarnos en el sillón haciendo ustedes ya saben qué. Aún no entiendo cómo es que tienen tanta energía. Un rayo de luz del sol entraba por la ventana que daba hacia el sillón. Desperté frunciendo el seño pero abrazada por Mahito.

¿Qué horas son? —pensé— Deslizándome por el sillón sin que Mahito se diera cuenta me dirigí al dormitorio donde aún seguía durmiendo Kenjaku.

¿Acaso no hay relojes en esta casa? —buscando en los cajones de un pequeño velador aún lado de la cama—

¡Por fin! —dije tomando un despertador pequeño— . Son las 07:00 am. ¿Seguiré durmiendo? ¿Preparo el desayuno o qué hago?

Mientras pensaba en qué debería hacer, Kenjaku se giró en la cama bostezando.

Despertaste muy temprano hoy princesa hermosa —dijo somnoliento—

(TN): No te preocupes por mi. Sigue durmiendo Kenjaku.

Kenjaku: —Estirándome sus brazos— Ven a dormir conmigo un momento.

(TN): Pues..es que..—mirando en dirección al living—

Kenjaku: Mahito tiene que entender que ahora somos tres.

Jalándome hacia él caí en la cama donde Kenjaku me envolvió con sus brazos para seguir durmiendo. No quería que Mahito despertara y viera que estábamos acostados con el que fue su mejor amigo. Eso sí, siempre y cuando no se acordaran que tuvimos un trío en el bar.

Kenjaku: Estar acostados y abrazados es todo lo que quiero —besando mi cabello—

Trate de soltarme pero definitivamente no quiso. Mis párpados caían lentamente hasta que quedé en un sueño profundo.

90 MINUTOSDonde viven las historias. Descúbrelo ahora