90 MINUTOS

Capítulo XLIV

Toji salió a buscar la bandeja de comida mientras yo me acurrucaba en la cama. Me culpaba a mí misma creyendo que no pasaría nada si saliera por mi cuenta. Ahora veo que estar con Mahito y Kenjaku era un paraíso en comparación con esta gente. Cerré mis ojos para evitar llorar pero, mis lágrimas se deslizaban solas.

Sukuna irrumpió el silencio de la habitación.

(TN): Eh?!! -dije asustada-

Sukuna cerró la puerta y de manos en bolsillos me miró molesto por unos minutos.

(TN): Por favor..deja que me vaya ..no te serviría en nada aquí.

Sukuna: -silencio-

(TN): Convenceré a los chicos para que acepten tu negocio, pero no los hagas pasar por esto...yo extraño mucho pasar tiempo con...

Sukuna: ¡CÁLLATE! -dijo encendiendo un cigarrillo-

Sukuna: Ya sé que no sirves para nada. Solo...quiero que esos bastardos sufran.

(TN): ¿por qué?? ¿Acaso te hicieron algo? ¡Yo también estoy sufriendo sin ellos! -dije derramando lágrimas-

Sukuna se acercó amenazantemente a la cama y se sentó sobre mí tomando con su mano derecha mi rostro. El humo del cigarrillo era tan denso que comencé a toser. Sonrió sarcásticamente y mientras tosía abriendo mi boca, Sukuna apretó mis mejillas para que formara una "o" con mis labios. El humo que él había inhalado lo depositó en mi boca. Me observó por otro rato queriendo encontrar las palabras precisas hasta que dijo esto:

No entiendo por qué tanto alboroto por una niña como tú. ¿Se supone que debería caer rendido ante tu..

Sukuna comenzó a observarme ahora más detenidamente. En ningún momento me tocó pero recordé esa escena cuando abrí la puerta del departamento y él me arrinconó contra la pared. Al parecer él recordó exactamente lo mismo.

Sukuna: De seguro que eres una malcriada. -fumando otra vez su cigarrillo-

Sukuna: ¿me tienes miedo?

(TN): ...

Sukuna: respóndeme

(TN): ¿Qué debería responder? No sé qué respuesta es la correcta.

Sukuna se sonrió otra vez y botando la colilla al suelo se acercó a mí para apretar mi cuello con su mano. No me dejaba respirar y comencé a sentir que estaba muriendo. Parecía que lo estaba disfrutando, reía como un loco mientras que su otra mano la pasaba por  su cabello. Cuando notó que cambiaba a un color azulado dejó de presionar pero sin dejar de soltar mi cuello.

(TN): Estas loco. -dije con dificultad-

Sukuna: Ah! música para mis oídos.

Su dedo pulgar acariciaba mis labios mientras él dirigió su mirada a ellos. Lentamente intentó introducir su dedo en mi boca y al mínimo contacto con mi lengua. Emitió un pequeño gemido agudo. Lo miré sorprendida por ver un poco de humanidad en él mientras repetía el mismo ejercicio.
Esta vez fue diferente, comencé a sentir un poquito de calor y curiosidad por saber qué pasaba por su mente así que decidí ser más directa. Cuando su pulgar entró en mi boca mi lengua empezó a deslizarse por su dedo como si fuera una serpiente venenosa. Podía ver la expresión de Sukuna estremeciéndose y excitandose una vez más.

Sukuna: mmmm

Sukuna comenzó a acercarse más a mí cuando la presencia de Toji con la bandeja de comida nos interrumpió de pronto.

Toji: Eh? -dijo- Sukuna, crei que no estarías aquí.

Sukuna: Lárgate

Toji: ¿Qué dices?! Traje la maldita comida

Sukuna: Déjala por ahí y márchate

Toji: Se supone que yo debo vigilarla desde ahora ..

Sukuna: No te la cogeras todas las noches mientras la vigilas . ¿Acaso crees que soy tonto?

Toji: ¿Y tú qué haces aquí ? ¿Acaso jugaras "ajedrez" con ella?

Sukuna: -Levantándose de la cama furioso mientras se acercaba a Toji-  ¿QUÉ DIJISTE?

Toji: Lo que escuchaste

Sukuna: Lo que haga o deje de hacer con ella NO ES TU PROBLEMA.

Toji: Acepte ser parte de esto por muchas razones. Y una de ellas fue poder satisfacerme con la que yo quisiera. Tú estuviste de acuerdo con ello.

Toji: Y LO QUE QUIERO ES TENER SEXO CON (TN) ¡¡¡HASTA QUE ME HARTE !!!!

Sukuna: Estas perdiendo la cabeza Fushiguro...-dijo mirando la bandeja- Dale la comida rápido, y que se despida de Mahito y Kenjaku. No lo volveré a repetir.