90 MINUTOS

Capitulo XLVII

Sukuna había salido del departamento y se quedó afuera prendiendo un cigarrillo. Recordaba las pequeñas escenas conmigo desde que nos conocimos hasta ahora y como succionaba su pulgar en mi boca.

Sukuna: Joder. Esto me llevará a la tumba. Toji perdió su cordura por esa perra, mahito y kenjaku vendrán por ella en cualquier momento y esa maldita vieja no para de darme vueltas en la cabeza. Tengo que salir de aquí.

Sukuna dejó la puerta cerrada con llave e hizo una llamada para que prepararan el auto.

Yo en cambio no paraba de temblar mientras lo abrazaba. Toji tomó mi mentón con la mano izquierda y con la derecha me presionaba hacia él.

Toji: Estas conmigo. Nadie te tocará.

(TN): ¿Podemos irnos ya? -sollozando-

Toji: No lo sé. Sukuna es impredecible.

Me soltó por un momento y se dirigió a la puerta. La sacudió diciendo:

¡Hijo de perra! ¡Nos dejó encerrados!

(TN): ¿Quéé?! ¿Y ahora qué haremos?!!

Toji: Tenemos que buscar la manera de salir sin dejar rastros.

Toji: Ven. Buscaremos una ventana.

(TN): ¿¡Qué pasaría si botas la puerta de un golpe?!

Toji: Nos matarían. De seguro que hay francotiradores en este momento.

Cargo su pistola con balas que había dejado Sukuna en un cajón. Recorrió toda la habitación buscando un escape menos obvio. Encontramos un ducto de basura a un costado de la cocina.

Toji: Tendremos que bajar por aquí.

(TN): ¿queee?! Pero tú no puedes bajar por ahí.

Toji: -investigando el tamaño- mmm entonces, tendrás que bajar tú sola.

(TN): ¿¡Pero y tu?!

Toji: No te preocupes por mi. Nos encontraremos pronto. Ven. Te ayudaré a bajar. -ofreciendo su mano-

(TN): ¿¡Pero y si me encuentro con Sukuna?!

Toji: De seguro que pidió el auto. Tenemos unos minutos antes que se le ocurra regresar.

Con mucho miedo comencé a bajar apoyándome con mis manos y pies por las paredes estrechas de ese ducto mal oliente. Cuando por fin pude llegar al final, todo estaba demasiado oscuro y corría una brisa muy helada. Trataba de darme calor frotándome los brazos, tenía miedo, pero no podía seguir llorando. Luego de 20 largos minutos ...llegaba la presencia de alguien

Una figura imponente me abrazó por detrás y emití un pequeño grito.

Toji: -susurrándome al oído- tranquila soy yo...

(TN): ¡No me hagas eso! ¡Casi muero del susto! -dándole un golpe en el pecho-

Toji: -risa- Tendré que enseñarte a pelear. Esos golpecitos no dañan ni una mosca.

(TN): ¡Oye! -dije en tono molesta-

Toji me arrinconó hacia una pared cercana y comenzó a besarme.

Toji: -susurrando- cada día que pasa me obsesiono más contigo...

(TN): -jadeando entre besos- ¿de verdad?

Toji: No es un juego niña...primera vez que me pasa algo así. No quiero sentir que solo yo estoy sintiendo esto.

Nos comenzamos a besar más profundo y nuestros cuerpos estaban subiendo en temperatura.