90 MINUTOS

Capítulo XXXIX

Mientras tanto en el departamento...

Kenjaku dormía boca abajo plácidamente mientras que Mahito cambiaba de posición en la cama y hablaba dormido.

Mahito: Kenjaku deja a (TN) en paz ..¡te mataré lo juro!

Movió su cuerpo a la derecha y le pegó un manotazo a Kenjaku en la mejilla.

Kenjaku: ¡Mierda! -dijo mientras despertaba-

Kenjaku: ¡Oye Mahito! ¡Duerme como las malditas personas civilizadas!

Kenjaku: ¡Ey! ¡Despierta!

Mahito: -refregándose los ojos- ¡¿Qué mierda quieres?!

Kenjaku: ¿¡Qué es lo que quiero?! ¡¡Me acabas de dar un golpe en mi cara!!

Mahito: ¿Sí? Pues de seguro que te lo merecías.

Mahito: ...Oye..espera un momento..

Kenjaku: ¿¡Qué?!

Mahito: ¡(TN)! ¿No está en la cama?!

Kenjaku: Debe estar en el baño. -tomándose el cabello con una coleta- Iré a buscarla.

Mahito: Tengo un mal presentimiento.

Kenjaku me buscó por todas las habitaciones sin éxito. Regresó a la habitación diciendo:

¡(TN) no está por ningún lado!! ¿Qué fue lo que pasó?!!

Mahito: ¡Mierda!! ¡No puede ser!!! Sabía que algo andaba mal...

Kenjaku: Tenemos que ir a buscarla..¡¡ya!!

Mahito: ¿¡Pero dónde?! ¿¡Donde podría haber ido?!

Kenjaku: Vamos al bar. De seguro alguien la vió.

Mahito: ¿¡Por qué bajaría al bar?! Ella no toma alcohol...además es menor de edad, no podría entrar ni aunque quisiera.

Kenjaku: ¡Entonces salgamos a buscarla a la calle o algo!

Kenjaku tomó una camiseta y sus zapatos rápidamente. Mahito quedó sentado en la cama pensando mientras miraba atentamente el suelo.

Kenjaku: ¿Vas a venir o no?!!

Mahito: -levantando la mirada- ¿Y si la secuestraron?

Kenjaku: ¿Quién podría haber entrado al departamento sin hacer ni un solo ruido y llevársela tan fácilmente sin que ambos nos diéramos cuenta?

Mahito: No lo sé...

Kenjaku: ¡Deja de hablar idioteces y bajemos a buscarla!

Kenjaku: Maldición. Debí haberle comprado un teléfono a (TN). O algún collar con chip para rastrear.

Kenjaku y Mahito salieron del departamento y tomaron el ascensor preocupados por no saber si me iban a encontrar esa noche. Kenjaku no paraba de hablar por los nervios y Mahito estaba sumergido en sus pensamientos.

Mahito: Si se atrevieran a tocarle un solo pelo a (TN) juro que querrán no haber nacido...

Kenjaku: Dalo por hecho. Pero no pensemos eso ahora, sólo quiero reunirme con ella...

Mahito: Y si...

Kenjaku: ¿Qué?

Mahito: Es que...¿recuerdas, ese día que nos visitó Sukuna?

Kenjaku: Sí, ¿por?

Mahito: ¿Y si él se la llevó?

Kenjaku: ¿Pero cómo?

Mahito: No lo sé. ¿Tienes el número de él?

Kenjaku: -sacando su móvil del bolsillo- Lo llamaré en seguida.

Llamando a Sukuna...

Éste teléfono no se encuentra disponible. Por favor intente más tarde.

Kenjaku: ¡Joder! Esto me pone aún más nervioso

Kenjaku siguió buscando contactos que pudieran saber sobre (TN). Hasta que le llegó un foto de Toji en una fiesta privada con mucho alcohol, mujeres, Nanami, y Sukuna.

Kenjaku: ¿Qué mierda? -dijo frunciendo el ceño-

Mahito: ¿Qué pasa?

Kenjaku recibió otra imagen de Toji, ésta vez acompañado por (TN). La besaba en la boca y ella se veía muy alcoholizada, sus mejillas rosas y su risa encantadora mientras que en su mano izquierda tenía un trago.

Mensaje de Toji: Lo siento. Me encanta. Que tengan buenas noches. 😉

Kenjaku: ¡HIJO DE PERRA! ¡LO MATARÉ!

Mahito: -le arranco el móvil de las manos diciendo:

¿¡QUÉ SIGNIFICA TODO ESTO?!!!

Kenjaku: Tenemos que subir al departamento.

Mahito: ¿¡Qué?! ¿¡Y dejarla con esos animales?!

Kenjaku: -tocando el botón del ascensor para subir al piso otra vez- No seas imbecil. Llamaré a un amigo para que rastree el ip por intermedio de la foto.

Mahito: ¿Y eso que? ¡Perderemos tiempo valioso!

Kenjaku: ¡Así podremos saber donde se encuentran!

Mahito: Tú sabes que yo no funciono así. Haré lo necesario para poder llegar a ese lugar en menos tiempo posible. Los mataré a todos no me importa qué pase después.

Kenjaku: Cálmate. Yo necesito tenerla en mis brazos pero nada lograremos si nos ponemos violentos. Ellos son 3 y de seguro que en esa fiesta hay más personas que no conocemos y lo peligroso que puedan ser. Tenemos que ser inteligentes. Más inteligentes que ellos.