90 MINUTOS

Capítulo IX

Mahito: Conseguiré una habitación mejor pero estaremos en el mismo piso que ese malnacido. De seguro que Choso puede ayudarme.

Sacamos mis cosas de la habitación y subimos al 4to piso. Llegamos hasta el final y Mahito me hizo una señal para que me mantuviera detrás de él. Justo en ese momento Kenjaku había salido al pasillo y me observaba con atención mientras cerraba con llave. Al principio evitaba mirarlo pero me era muy difícil no hacerlo ya que recordaba cuando estuve en su cama y recordar cuando tuve su cuerpo sobre mí hacía que un cosquilleo recorriera mi cuerpo. Mahito había entrado solo a la habitación de Choso y yo quedé esperándolo afuera. Kenjaku se acercó con gran rapidez a mí y me tomó del cuello apretándolo.

Kenjaku: Por tu culpa mocosa no puedo pensar en nadie más que en ti. Me vuelvo loco de sólo imaginar tu cuerpo desnudo como esa noche en mi cama.

(TN): Kenjaku me lastimas...no puedo respirar...

Kenjaku: Hoy en la noche Mahito saldrá a hacer sus "negocios". Ven a verme, sé que quieres mi miembro dentro de ti.

Comencé a sentir un bulto que palpitaba sobre mi intimidad. Kenjaku empezó a jadear en mi cuello mientras que se frotaba sobre mi.

(TN): No Kenjaku —jadeando— yo soy la mujer de Mahito, no podría traicionarlo...

Kenjaku: Sí puedes (TN). Seamos amantes. Con mahito jamás serás feliz.

Kenjaku: Cuando caiga la noche te estaré esperando

Y diciendo esas palabras desapareció. Luego de unos minutos Mahito apareció por el pasillo diciéndome:

Choso saldrá de la ciudad y me dejará su habitación. Ahí tiene todo lo que no había en la mía. Así que ya podrás estar mejor.

Mahito: ¿Qué es lo que te pasa? ¿Por qué tienes esa cara?

(TN): Mi amo no me siento muy bien. Quisiera recostarme por un rato.

Mahito: Uh. Olvidé que ustedes los humanos necesitan comer. Déjame ver si tengo algo de dinero. —revisándose los bolsillos—

Mahito: Regresaremos a la habitación y yo iré a buscar algo de comer. Te dejaré con llave mientras no estoy.