Capítulo VI

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Un estruendo en la puerta principal provocó que saltara del susto.

¿¡¡(TN)?!!! ¿¡(TN)?! ¿Dónde estás?!

Esa voz era de mi amo, Mahito había venido por mi.

(TN): ¿Amo? ¡Es usted!

Kenjaku se deslizó por la cama y se colocó detrás de mí abrazándome. Mahito llegó a la habitación con una mirada fulminante hacia Kenjaku.

Mahito: No hay trato Kenjaku. Regrésame a (TN) o destruyó este lugar.

Kenjaku: Pero si lo estábamos pasando muy bien juntos ¿no es así? —besando mis labios—

Mahito: (TN). Vámonos ya.

(TN): S...í mi amo.

Trate de bajar de la cama pero Kenjaku me detuvo, seguía abrazándome ahora con más fuerza.

Kenjaku: Lo siento mucho pero (TN) no se va de aquí.

Mahito: (TN) no me hagas repetírtelo.

(TN): Mi amo no soy yo quien no me deja ir. —nerviosa—

Kenjaku tocó con su mano mi cuello y comenzó a besarme más efusivo esta vez. Evité responder ese beso pero su lengua entraba en mi boca de tal manera que comencé a experimentar muchos deseos por él. Mi lengua también decidió entrar en la boca de Kenjaku para empezar a besarnos pasionalmente. Mahito en cambio sintió por primera vez los "celos". Se acercó a nosotros diciendo:

¡YA ES SUFICIENTE! —me tomó del brazo soltándome de Kenjaku—

Kenjaku miró la escena tranquilamente mientras me sonreía .

Kenjaku: ¡Nos vemos pronto princesa!

Mahito: ¡NO HABRÁ OTRA!

Bajamos hasta la habitación de Mahito y entramos en completo silencio. Cerró la puerta con seguro y nos acostamos en el colchón. Mis ojos me pesaban del sueño así que olvidé por completo la discusión de hace rato, pero Mahito quería saber qué habíamos hecho.

Mahito: ¿Qué fue lo que hiciste con él?

(TN): Nada mi amo. Kenjaku dejó que ocupara su ducha, me hizo de cenar y me dio esta polera como pijama. Fue muy amable conmigo nada más.

Mahito: Sí sabes que quería follarte ¿no es así?

(TN): Sí. ¿Por qué decidió aparecer mi amo?

Mahito: Porque eres de mi propiedad

(TN): ¿Y eso cuando lo decidió mi amo?

Mahito: Cuando su maldita boca tocó tus labios. Tu cuerpo me pertenece ¡Sólo yo puedo follarte! ¿Lo entiendes?!

Mahito: Estoy muy molesto en estos momentos. ¡Mierda!

Se giró dándome la espalda y luego de un rato quedé profundamente dormida por la ducha caliente. Alrededor de las 2am sentí que Mahito me abrazaba por detrás acariciándome con sus manos por debajo de la polera. Escuchaba su voz susurrándome :

Eres mía...eres mía...

Mahito deslizó su miembro por mi entrepierna hasta llegar a mi intimidad. Decidió penetrarme de forma muy brusca y salvaje. Su expresión caliente y sus gritos de placer se hacían notar cada vez que entraba en mi.

(TN): Mi amo —gemidos— me encanta como me folla

Mahito: Mi pequeña zorra —gemidos— 

90 MINUTOSDonde viven las historias. Descúbrelo ahora