Capitulo XX

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Esa noche fue muy intensa con Kenjaku, desperté a media noche llorando viendo a mi alrededor desorientada. Kenjaku estaba plácidamente durmiendo a mi lado desnudo, tome firme con mis manos y me tape con la sábana blanca parte de mi cara. No supe nada de Mahito alrededor de 6 meses, sin llamadas, mensajes, su habitación estaba sin llave pero sin rastro de que había estado ahí. Es como si la tierra se lo hubiera tragado. Durante esos meses comencé a conocer mejor a Kenjaku, vivía con él en la habitación, lo acompañaba al bar donde estuvimos los tres...ya saben en qué terminó eso. Me trataba muy bien y teníamos un pacto de exclusividad que él mismo insistió que tuviéramos. Éramos amantes y cómplices en todo, y a pesar de que estos meses fueron mucho mejores para mí, aún soñaba con el que fue mi primer amo. Aún podía sentirlo conmigo, en las noches despertaba por sentir que Mahito estaba conmigo, podía jurar que anoche acaricio mi rostro mientras dormía.

¿Por qué no regresaba? ¿Dónde está? ¿Acaso todo lo que me dijo no significó nada para él?

Kenjaku: ¿qué pasa cariño? -dijo mientras tomaba un trago de whisky y acariciaba mis piernas que se encontraban en su regazo.

(TN): No pasa nada mi amo...

Kenjaku: -risa- Siempre te he dicho que me digas Kenjaku o alguna otra palabra que usan los humanos.

(TN): Ss-i ..discúlpeme -mi mirada era sombría y sin expresión-

Kenjaku: ¿quieres irte? Podemos seguir la fiesta en la tina con agua caliente y un champán

(TN): No estoy aburrida solo estaba pensando.

Kenjaku: ¿En Mahito no es así? -mirándome serio-

(TN): Nn-o -dije nerviosa y titubeante-

Kenjaku: -sonrisa- Claro que sí. Y entiendo que..lo recuerdes si fue tu primer amo y..tu primer hombre -chasquido de dientes mientras toma otro trago-. Pero ahora estás conmigo y creo que no te falta nada ¿no es así? -tomando mi barbilla mientras me observaba-

(TN): No...claro que no. Ha sido muy bueno conmigo

Kenjaku: Recuerda que tenemos un pacto de exclusividad. Y nadie puede tocar tu cuerpo sin mi autorización. Pobre del que se acerque ....perdería su vida -dijo entre dientes-

Kenjaku: De todas maneras todos saben en este maldito bar que no deben acercarse a ti. Pero si las miradas follaran...de seguro que conocerías la orgia -tomando otro trago-

(TN): Usted sabe que no sería capaz de nada....

Kenjaku: Lo sé. Por eso me encapriché tanto contigo desde la primera vez que te vi.

Acariciando mi cuello y acercándose a mis labios. Un susurro decía algo claro:

Bésame

Nuestros labios se encontraron en un apasionado beso, sus manos acariciaban mis piernas subiendo un poco mi vestido. La lengua de Kenjaku envolvía la mía con gran excitación, comencé a sentir el mismo deseo por él y un pequeño gemido se escapaba entre besos. Una mano se posó en mi nuca apretándome contra él, Kenjaku gemía con mas frecuencia esta vez.

La puerta del bar se abrió y cerró como siempre pero, esta vez la persona que había ingresado era conocido por los presentes. Escuché como algunos hombres saludaban con alegría a alguien.

¡Mahito!? ¡Por fin llegó el amo de este puto lugar!

Detuve el beso con Kenjaku de golpe al escuchar su nombre. Mi amo había regresado a la ciudad...tenía tanto que decirle, mi corazón comenzó a latir nuevamente al dirigir mi mirada hacia él. Mahito saludaba a sus amigos con gran felicidad y algarabía. Su mirada se encontró con la mía cambiando de expresión, Kenjaku con odio en sus ojos estaba aferrando sus manos en mis muslos mientras que yo. Esbozaba una sonrisa grande y mis ojos se llenaban de lágrimas.

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