Capitulo XXIII

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Kenjaku: Bueno! Nos vamos...*dijo sonriendome*

Desvíe la mirada rápido hacia él diciendo con gran sorpresa:

¿Qué?! ¿Acaso no quieres quedarte hasta que el bar cierre Kenjaku?

Kenjaku: Tengo asuntos que hacer mañana. Además, si es por seguir la fiesta. Podemos hacerlo en el jacuzzi de la terraza. Escuché que habían instalado una. *sus brazos rodeaban mi cuerpo mientras sus dedos acariciaban mi espalda y bajaban a mi trasero*

Mahito estaba viendo la escena con cólera y estallando de celos. Quebró el vaso donde estaba tomando su bebida con sólo una mano. Los pedazos saltaron hacia diferentes lugares y los acompañantes al darse cuenta de su lenguaje corporal, prefirieron dejarlo solo.

No podía evitar mirar de reojo a Mahito, no quería irme de ahí pero, ya no era propiedad de él. Kenjaku se despidió amablemente de los otros hombres y nos fuimos tomados de la mano. Caminamos rápido hacia el edificio oscuro y abandonado. Subimos por las escaleras del piso 1-2 y cuando llegamos al 3, Kenjaku me arrinconó en la pared besando mi cuello. Sus manos tocaban mis curvas con desesperación y sus dedos se deslizaron por mis piernas hacia arriba. Subiendo rápido mi vestido. Un miembro de gran tamaño entró sin pensarlo en mi intimidad, realizando movimientos repetitivamente hacia arriba. Mis labios se abrían formando una O mayúscula y mis gemidos se hacían presente en la oscuridad.

(TN): -gemidos- Kenjaku...aquí no por favor...nos podrían ver...Aghhh

Kenjaku: -jadeando- No me importa. ¡Que nos vean! Que todos nos vean juntos...

Mahito había salido del bar siguiéndonos en completo silencio. Subió las escaleras lentamente hasta llegar donde estábamos nosotros, descubriéndonos en el acto. Mis ojos estaban cerrados por la excitación del momento pero, sentí que alguien más estaba con nosotros. Mire con sorpresa a Mahito que se encontraba con la mirada puesta en mí mientras que su ex mejor amigo me follaba.
Creí que Mahito intentaría hacerle daño a Kenjaku pero, fue todo lo contrario. El miembro de Mahito comenzaba a crecer a medida que escuchaba mis gemidos de placer, al parecer verme follando lo excitaba y una pequeña sonrisa se formaba en mi rostro.
Si era así, entonces montaría un gran espectáculo a mi amo. Mis manos acariciaban la espalda de Kenjaku mientras que mis labios se acercaban a su oído para decirle que su miembro era lo único que necesitaba y que me encantaba cuando lo hacía tan duro que, no podía sentarme por días.

Kenjaku comenzó a follarme aún más duro y rápido diciendo:

Entonces esta noche follare ese lindo culo.

(TN): Sí hazlo..

Respondí mientras mi mirada se dirigía a Mahito. Sus ojos eran oscuros y su miembro era demasiado notorio bajo su pantalón, inclusive podía notar que un poco de semen había salido y estaba mojando la tela. Kenjaku me llevó a las escaleras, sentándose el primero y luego llevándome hacia su cuerpo.

Kenjaku: Salta sobre mi miembro. ¡Salta para mí!

Mis piernas caminaron hacia él y Kenjaku me jaló hacia abajo pero esta vez, su miembro se había introducido en mi culo. Kenjaku hizo una serie de gemidos y gruñidos al sentirme tan estrecha y yo en cambio, comencé a gritar al sentir un dolor en mi cavidad anal. El semen de Kenjaku se encargaba de lubricar la zona pero aún no estaba listo para terminar. Mahito se acercó a nosotros y yo no pude prestarle atención ya que mis ojos se tornaron blancos.

Kenjaku: -mientras gemía de placer aferrando sus manos venosas en mis curvas- Vaya..que sorpresa verte por acá querido amigo...*tono sarcástico*

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