Sabor A Ti

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Mayte Pov

- ¿Qué quieres Fernanda? - le preguntó.

- ¿Quiere que la acompañe? - me dice.

- ¿Cómo? - Preguntó confundida con su cambio de actitud.

- Que si se siente mal, le puedo traer algo.

Pienso que solo necesito su boca, sus besos, sus caricias, pero no puedo tener nada.

- No gracias Fernanda, estoy bien solo tengo sueño. Buenas noches, que descanses.

- Usted también señorita, buenas noches.

- Fernanda..

- Diga...

Solo la miro. Y me guardo las ganas de tomarle la mano, besarla y llevarla a la habitación conmigo.

- Nada, disculpa. Buenas noches.

- Buenas noches señorita.

Cierro la puerta y la detiene con su pie - señorita - me dice.

Me doy vuelta y quedo a centímetros de su cara. Se borra todo el daño.

Dime - le habló con mi corazón ahí, entre las dos. Quiero que me diga que no es verdad lo que dijo, que no soy un momento para ella. Pero se queda en silencio, los segundos pasan. Mira mis labios...

- Mija vamos - aparece Hector. Ella vuelve en sí.

- adios señorita, que duerma bien- me habla y se aleja con él.

- Pedrito, ¿Estás por ahí? - gritó y aparece María que es la encargada de la cocina.

- ¿Qué le pasa patroncita? - me pregunta.

- María necesito papel - le digo.

- si yo le deje en la estantería del baño - me dice.

- No, no María - río - papel para dibujar.

- Ah ya, pero aquí no hay niños.

- Te entiendo, pero una hojita por ahí, solo tengo que dibujar.

- ¿Servilleta le sirve? - pregunta María.

- No tanto - le digo y entra Pedro.

- ¿Que pasa señorita? - pregunta Pedro.

- La patroncita necesita papel pero no el de baño, papel para dibujar - le explica Maria a Pedro.

- Yo tengo señorita, espere aquí que le traigo.

- Gracias Pedrito, igual a ti María, gracias por ayudarme en todo - le digo tomando las manos de María entre las mías. Y me voy a la cocina. Me hago un café y llegó a la habitación donde Pedro me dejó un block y un lápiz hasta la mitad pero con punta.

Resulta que siempre amé dibujar pero solo cuando estoy muy emocionada lo puedo hacer, para bien o para mal Fernanda me da todo. Cuando mi mamá murió yo pinté por algunos meses y luego dejé de hacerlo. La primera vez que estuve con una mujer también pinte pero luego me tocó salir del closet y eso no fue fácil. Ahora está Fernanda. Como no encuentro palabras para poder entender como ella me transporta hacia la niña que fui, a la adolescente y luego me hace sentir una mujer deseada como nunca antes. Tengo que dibujar porque esto será el boceto para el vino que haré. Un vino inspirado en el amor que me da esta mujer.

Dibujo por horas y sin darme cuenta despierto sobre la cama, el block y los dibujos que hice. Me levanto adolorida de mi mala postura, mi cabello sobre mi cara me molesta. La habitación está iluminada y entiendo que se me ha pasado la hora de despertar, pero lo más angustiante es que ella no vino. Me ducho, salgo a desayunar y me voy al campo.