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Mayte Pov

Ella recuerda todo, sabe lo que tuvimos. Son ideas fijas que rebotan en mi cabeza sin descanso. Me desconecto de mí y sigo de alguna forma en el mismo lugar pero las voces de Margarita y Emilia son sonidos sin contenido. Ella se acuerda de todo, ¡Mierda! Me levanto y salgo, y pierdo la mirada en el campo. Es extraño como los recuerdos detonan las lágrimas. Vuelvo al pasado, miro al costado y la veo con su risa explosiva. No tengo control de mis pensamientos, ya no, solo quiero sentir esa risa en mi piel. Que lamento Mayte Lascurain que angustia me corroe por dentro.

Me muevo del lugar, mis pies buscan la tranquilidad de mi mente. Estoy tan cansada de este amor, iSerá que estábamos destinadas a un final como este? iPor qué con Emilia, Ilse o con tantas más las cosas se dieron tan fácil, sin ningún esfuerzo y con Fernanda todo ha sido sufrimiento? Es algo tan profundo que todo mi ser no encuentra la forma de explicarlo. Tiemblo, mi
cuerpo está perdiendo el control, ya no puedo llorar, Me siento en el suelo apoyada en un árbol y el calor me hace sudar, sin embargo, no puedo contener mi cuerpo. Por qué no me dijo? Por qué no me buscó?

iDos meses después de que me fui! Fernanda, pronuncio su nombre en voz alta y me escucho. No me doy tregua.

Pasan las horas y yo sigo inmóvil, me logro levantar y camino de vuelta a la casa de Ágata pensando que aún está Emilia con ella. Llego a la puerta y siento risas. Entro y veo a Emilia sentada junto a Margarita, miro hacia el costado y está Fernanda sentada al lado de una mujer que no he visto nunca. Todas se estan riendo menos Fernanda cuando la veo, sus ojos verdes me miran sin emoción. No le impacta mi presencia.

- Hola - digo

- Hola - responde Fernanda.

- Venga a sentarse aquí - me dice Margarita Pero no he saludado a la mujer que está sentada al lado de Fernanda. Me imagino que es alguna prima o algo así, aunque no parece ser del campo.

- Hola, Mayte - me presento y me acerco a darle un beso en la mejilla.

- Hola Mayte, soy Nicole - me devuelve el beso y sigo sin saber quien es.

- Un gusto Nicole - respondo con una sonrisa y me siento junto a Emilia - ¿De qué se reían?

- De nada ´ - responde Fernanda.

- ¡Ay Fernanda! ¡Que le da vergüenza cuando hablo estas cosas! - dice Margarita.

- Es que muy chistosa pa decirlo - me susurra Emilia.

- ¿Qué cosa? - estoy confundida

- Ya, es que mire. Yo siempre pensé que era bien raro oiga que dos mujeres se gusten. Así como que yo pensaba que cómo era posible si las gallinas no se enamoran - habla tan gracioso que de verdad me saca una sonrisa. Emilia esta muerta de la risa, igual que la extraña Nicole pero, Fernanda no se ríe solo tiene una mueca falsa de sonrisa.

- ¿Y ahora no piensa así ? - le pregunto a Margarita entre risas.

- No pue, si desde que Fernanda me contó que estába enamorada aquí de la Nicolcita y yo la veo tan bien de que casi se me muere de pena oiga después de que dejó a Hector  hablando y nuevamente no escucho nada. No tengo
fuerzas para disimular, la miro directo a sus ojos buscando alguna explicación.

- ¿Qué? - sale de mi casi como un susurro.

- Eso, que Fernanda y esta chiquilla tan linda son… novias - ríe - me cuesta decirlo todavía oiga.

Fernanda no saca sus ojos de los míos. Estoy harta de fingir.

- Perdón pero no me siento bien - salgo del lugar y Emilia viene detrás

- Emi de verdad no quiero hablar, ¡Necesito estar sola! - le digo

-¿Fernanda es la mujer de la libreta? - pregunta. Me detengo porque siento que no puedo dar mas explicaciones, no puedo fingir, no puedo mentir más. No llevo ni dos días aquí y parece que siempre me explota todo en la cara.

- No quiero hablar ahora mi amor, en serio - la beso en la frente - de verdad, dame un momento y cuando pueda ordenar las cosas te voy a buscar y voy a responder todo pero por favor, no ahora.

- ve yo te espero en la casona - me besa suave en los labios - te amo - me deja ir.

- Gracias - le digo mientras me voy desesperada.

Camino, camino y camino. Empieza a oscurecer y no sé dónde estoy pero no importa, estoy cansada de llorar, de caminar, de respirar. Parece una pesadilla todo esto porque no se lo que siento. Estoy en una inmensa oscuridad y grito fuerte y desgarrado.

Flashback

Hago la maleta, tengo los pasajes y todo lo que necesito para mi viaje. Entra Alejandra a la habitación.

- Mayte, ¿Estás segura? - me pregunta e intenta que tenga un contacto visual con ella.

- ¡Déjame porfa! Si, estoy segura - le hablo mientras intenta sostener mi cara con sus manos.

- Mayte, si te vas y ella recuerda, la vas a perder - me habla tan de adentro que logro enfocarme en ella.

- Ale esto se acabó, yo tengo que seguir con mi vida - hablo tan convencida que creo todo lo que digo. Cuando me quiero convencer de algo no hay nadie que me haga cambiar de parecer.

- Te vas a arrepentir amiga - me da un beso en las manos.

- Puede ser pero si me quedo me voy a morir - le hablo con la voz quebrada.

- Pero no has esperado nada, ella puede recordar Mayte, ¡Entra en razón!

- Por mi que Fernanda sea feliz, quisiera que fuera conmigo pero sino es así espero verla en algún momentos y que está bien

- Te estas equivocando tanto amiga - se va de la habitación.

Término de flashback

¡¿Qué hiciste?! - me repito - ella está con una mujer, su mamá sabe. Se atrevió a todo pero no por mí, se atrevió por ella. Siento tanta rabia, todo fue mentira ¡Siempre me mintió!

Flashback

- Oiga - despierto con su voz - oiga despierte que la vengo a buscar.

- Mi amor - le respondo a su voz sin abrir los ojos. Me besa por toda la cara y se mete a la cama conmigo.

- Oiga, me escapé un ratito para venir a darle unos besitos y decirle que ¡La amo tanto! - la escuchó y sonrío mientras abro mis ojos y la veo a centímetros de mí. La tomo y la abrazo.

- ¡Te amo Fernanda, te amo, te amo! Me encanta cuando me vienes a despertar, por eso duermo tranquilita - le digo sin despegarme de ella.

- Tuve un sueño, uno de esos sueños tan feos oiga - me habla con tanta tristeza en sus ojos. Me acomodo para escucharla - Soñé que estábamos tan lejos ¿Sabe? Una en cada extremo del campo y yo quería tanto correr a usted, quería abrazarla y decirle que la amo pero no me podía mover y tampoco podía gritar y usted no se movía tampoco. Me desperté tan asustada oiga. Prometame…

- ¿Qué cosa?

- ¡Que nunca me va a dejar de amar!

- ¡Nunca Fernanda! ¡Nunca te voy a dejar de amar! ¡Eso no es posible!

- ¿Y tú? ¿Me vas a dejar de amar?

- ¡Nunca mi señorita oiga! ¡Aunque le dijera eso algún día va a ser la mentira más grande!

Término de flashback.

Camino de vuelta a la casa de Fernanda iluminando con mi teléfono. Llego y las luces estan apagadas. Golpeó, esperó, vuelvo a golpear y esperó. Cuando voy a golpear de nuevo, siento que la puerta se abre y es ella. 

Tengo que hablar contigo - le digo.

Sabor A TiDonde viven las historias. Descúbrelo ahora