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Mayte Pov

No entiendo nada, solo puedo seguir el juego hasta tener alguna respuesta.

- Hola Fernanda, un gusto - le doy la mano y tiemblo.

Ella sonríe y entran todos a la casona. Hector la lleva de la cintura, y me mira hacia atrás. Caminó observando todo, un tanto feliz de que esté aquí y un tanto triste por no entender su actitud.

Todos celebran y ella ríe, la veo sin el peso del mundo sobre su espalda como cuando comenzamos esta historia de amor. Pienso en los pequeños momentos que hemos tenido, tan prestados, tan nuestros pero lejanos. Ella sonríe y abraza a Hector de pronto su mirada se fija en mí, un brillo en sus ojos me hace tener esperanzas pero desaparece al instante. Pasan las horas, mi Fernanda esta lejos, soy una desconocida para ella y ella es el amor de mi vida. Fernanda tiene conciencia de que perdió la memoria de los últimos meses y mientras hablan voy entendiendo todo. Yo soy parte de su vida "nueva", vida que no recuerda, por ese motivo no sabe lo que pasó entre nosotras y tampoco siente nada por mí. Esta situación es para volverse loca. 

En cierta forma creo que es lo mejor que le pudo ocurrir. La veo feliz, tranquila, disfrutando sin estar pendiente de mí y de lo que hago o de cómo disimular lo que pasa entre nosotras.

Me voy a la cocina para hacerme un té antes de irme a acostar y siento que alguien entra.

Me volteó y la veo. Es tanto lo que siento que doy dos pasos hacia ella por inercia. Es este cuerpo que se mueve ante su presencia, encontrando a su dueña.

- Me dijeron que no nos llevabamos muy bien oiga - me dice con una sonrisa hermosa.

- Fue difícil al comienzo, no te lo voy a negar. Pero luego logramos llevarnos mejor - sonrío al hablarle pero quito mis ojos de los de ella.

- chin... es que si yo soy re difícil oiga - me dice y se acerca - ¿Le ayudó con el tecito,? Parece que no sabe nada cómo prepararse algo usted oiga.

- ¿Me lo quieres preparar tú? - le preguntó.

- Si, yo se lo hago - responde y me prepara el té. Solo puedo mirarla y disfrutar ese momento, sabiendo que ya no puedo acercarme a ella, nunca más.

- ¿Y ya se maneja en el campo oiga? ¿No necesita mi ayuda? - me pregunta mientras termina de prepararme el té.

- Siempre necesito ayuda pero ya es más fácil para mí. Gracias por tu ayuda - le hablo formal y entra Hector.

- ¿Qué haces mija? Todos la estamos esperando oiga - le habla y se acerca para tomarla de la mano.

- Ya voy, no ve que le preparo un té a la señorita- ella responde y el me mira desafiante.

- Está bien así Fernanda- le digo para que se vaya.

- No, deje. Ya Hector esperame allá, yo voy - lo echa del lugar y él se va porque no es tonto y no quiere despertar sospechas.

Termina de hacerme una bandeja y me la pasa. La verdad es que nunca vi un lado tan gentil de Fernanda, sólo cuando estuvimos juntas hacia este tipo de cosas.

Tomo la bandeja y nos miramos un instante. Ella esta frente a mi y sonríe amistosa.

- Gracias Fernanda- le digo escueta y me retiro.

- Buenas noches señorita - Siento que su mirada me sigue.

- Buenas noches, que descanses Fernanda.

Me voy a la habitación y me desarmo al momento de cerrar la puerta. Me llega un mensaje de Agnes. En estos dos meses nos hemos acercado bastante, debido a la condición de Fernanda y también porque ella es la única que puede entender lo que pasa. No siento miedo de hablarle.

Sabor A TiDonde viven las historias. Descúbrelo ahora