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Mayte Pov

- Hola amor, hola Fernanda ¡Tan temprano que se levantan ustedes! ¡Yo desperté por el hambre! - mientras me da un beso, Fernanda cambia su mirada de inmediato. Decepción es lo que veo, está decepcionada de mí. ¡¿Cómo puedo ser tan cobarde?!

Emi se mueve por la cocina con total costumbre, está en su mundo. No se percata de nada de lo que pasa y eso me da tranquilidad pero tambien me hace sentir pésimo.

- Hola - le habla Fernanda y se va.

Quiero correr detrás de ella pero no puedo. ¡Lo hago todo mal! pienso - olvidé decirle algo a Fernanda ¡espérame! - le digo a Emi y salgo corriendo detrás de ella. La veo subirse a la yegua y le grito.

- ¡Fernanda! ¡Espérame! - se queda inmóvil y me da la mano para que me suba. Me monto sobre la yegua y me lleva, no sé a dónde, yo sólo me dejó llevar.

- Fernanda, tengo que hablar contigo - le hablo al oido y siento su perfume. Me quedo abrazada a ella con mi nariz en su hombro. Vuelvo a sentirme en casa. Llegamos nuestro lugar, ella se baja primero y la sigo estamos en silencio porque antes, no podíamos estar aquí sin tocarnos, ahora, solo podemos tocarnos con las palabras.

- ¿Qué diablos pasó ahora oiga?

- Fernanda tu sabes lo que pasa

- Lo único que yo sé oiga es que usted se va, que quiere dejar todo botado de nuevo porque está cansado, vaya a saber uno porque diablos está cansado pero lo está ¿Hay algo más que me quiera decir?

- ¿Por qué me trajiste aquí? - quiero que diga algo porque yo no me atrevo para variar.

- Usted quería hablar y este lugar es tranquilo. Ahora dígame, ¿Qué es lo que pasa'?

- Este es nuestro árbol, ¿Ya la trajiste a ella para acá?

- Si, ya la traje - me lo dice desafiante.

- ¿Qué? - suspiró fuerte porque me duele el pecho - ¡Ay mujer! Eso me tiene cansada, tu me tienes cansada sabes ¿Cómo pudiste traerla aquí? ¡¿Cómo?! ¡No entiendo! ¡Es como si todo lo que vivimos no tuviera ningún valor para ti!

- Cada una siguió con su vida oiga, ¿Qué quiere que haga con eso?

- Nada Fernanda está bien que sigas con tu vida, de verdad que de cierta forma me alegro de verte bien y enamorada pero, ¿Por qué traerla aquí? De lo poco que teníamos esto era sólo de las dos. ¡Aquí hicimos el amor Fernanda! - me enojo de verdad, doy vueltas en circulo, me detengo y la miro - ¡Ah no se me olvidaba que ahora fue solo sexo y malo además!

- May-  me habla, y la escuchó pero no puedo dejar de hablar - ¡Esto me tiene agotada! ¡¿Acaso no te das cuenta?! ¡¿No lo ves?! - ya no pienso nada de lo que digo - ¡No te das cuenta Fernanda! ¡No logras ver que yo no puedo verte con ella! ¡No lo soporto! Saber que la amas, que quieres estar con ella y que todas esas veces que nos prometimos amor ya no existe más ¡Ay Fernanda! - me tomo la cabeza porque de verdad me estoy volviendo loca de celos - Me matas Fernanda, es terrible esta necesidad de tí, de tu cuerpo, de tu vida conmigo - no puedo dejar de llorar - Pero sé que la amas a ella, y sé que tengo la culpa y que tengo que dejarte ir pero ¡No puedo mujer! ¡No puedo porque yo soy tuya! ¡Por la mierda Fernanda ¡No puedo entregarme de ninguna forma como lo hice contigo! Y sí, está bien, tú me olvidaste y tienes derecho de … - siento su boca en la mía, sus labios rozando los míos y creo que es un sueño y las palabras se van.

¡Deje de hablar tanta tontera y béseme! ¡Hágalo como lo hizo antes! - me siento completamente drogada, no puedo con esta realidad. Con su boca pegada a la mía, siento como abre sus labios levemente y los junta a los míos. Sigo con los ojos entreabiertos, no quiero cerrarlos, no quiero despertar, ¡ No quiero! Si me tengo que morir que sea ahora, en este preciso momento, en sus labios.

Sabor A TiDonde viven las historias. Descúbrelo ahora