Sabor A Ti

8

Mayte Pov

Estamos a punto de partir con Ilse a ciudad de México. Llevamos pocas cosas, yo solo voy por dos días y Ilse ya se queda por más tiempo por su trabajo. No fui capaz de llamar a Fernanda para saber si nos iba a acompañar, es tan difícil esa mujer que prefiero no hablarle. Ella sabe que parto hoy y al parecer no me quiere ver.

Ilse se sube al auto y yo guardo las muestras en el maletero para prepararme a manejar algunas horas. Siento el galope de un caballo y cierro los ojos un poco rogando que sea ella y otro tanto que no lo sea. Esos son los sentimientos encontrados que me provoca ella. Miro de igual manera y la veo venir montando. Siento tanta rabia de como me deja cada vez que la veo arriba de esa yegua. Viene con su sombrero de siempre, una chaqueta, jeans y su pelo suelto. Se baja de un salto y le hace cariños por los lados a su yegua. Imaginó que se despide porque le da un beso, le pega en el lomo y la yegua se devuelve por el caminó donde venía con ella. Se acerca con un bolso colgando de su espalda.

- Hola señorita Mayte, aquí estoy - me dice.

- Hola Fernanda, pensé que no vendrías - respondo.

- Yo le dije que iba a venir,  soy una mujer de palabra - me responde seria y sin mirarme. 

Se sube al auto y yo también, la veo por el retrovisor un tanto inquieta. A veces no puedo pensar, no vienen las palabras para describir lo hermosa que es. Se saca el sombrero y acomoda su pelo para un costado. La situación es super incómoda, Fernanda se va a quedar en nuestro departamento, pero no quiero pensar en eso ahora. Hago andar el auto y nos alejamos de la casona. Ilse le habla a Fernanda.

- Fernanda, ¿Qué música te gusta? para poner algo que nos guste a las tres.

- Me gusta la de banda, ranchera y la música romántica me gusta harto sabe - le responde con una leve sonrisa.

- ¡Mira! ¡Así que romantica la mujer! ¿Y que romántica te gusta? - le pregunta Ilse.

- Yo creo que la mezcla bien hecha entre lo que le dije está el señor nodal- le responde Fernanda.

- Ya pongamos a Christian entonces  - dice Ilse con una sonrisa muy amistosa porque sé que no le cae muy bien, pero quiere que Fernanda se sienta cómoda.

- ¡Esta! Por el resto de tu vida, ¿te gusta Fernanda? pregunta Ilse.

- Si me gusta, la cantó si quiere - le dice y sonríe y yo, yo me derrito.

"Tú te ibas, pero ya es de día
Que otra noche más que fuiste mía
¿Ahora qué hacemos
Si esto va en serio? Hago todo pa que tú sonrías
Y esas cosas no parecen mías
No sé qué es esto
Pero me prestoSi el amor solamente pasa una vez
En la vida
Tranqui, que yo puedo pasar otra vez

A ver si me miras" Fernanda canta y lo hace super bien, Ilse la acompaña leyendo la canción en el teléfono. Ella me mira por el retrovisor pero se apura en quitar su mirada cuando se encuentra con la mía.

Pienso y sonrío para mí porque en su voz me gusta la canción. El viaje es largo, son algunas horas, como 5 aproximadamente. Llegamos a la ciudad entre canciones de Christian nodal y una cara preciosa en mi retrovisor. Su mirada está fuera de lugar cuando Ilse me acaricia la mano o la cara mientras canta.

Entramos al depa, tenemos una habitación para invitados y la llevo ahí.

- Aquí puedes acomodarte Fernanda, deja tus cosas donde quieras. La idea es que te sientas comoda.

- Sabe que tengo hambre, me ruge la tripa oiga. ¿Usted tiene algo que me de? - me pregunta mientras deja su bolso sobre la cama. Y cruza sus brazos de frente a mí.