Capítulo 1

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Cuando un grim reaper entró en su tienda de antigüedades justo antes de que cerrara, Sydonie supo que la noche no sería ordinaria

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Cuando un grim reaper entró en su tienda de antigüedades justo antes de que cerrara, Sydonie supo que la noche no sería ordinaria.

«Es él».

«Es la Muerte».

«Está aquí».

Allí, la joven podía escuchar los susurros de los objetos, siempre contando historias. Pero en ese momento, un murmullo diferente llamó su atención.

«No juegues con la Muerte».

Detrás del mostrador, dejó el reloj de arena que había estado limpiando y levantó la mirada. Bajo las luces doradas de los candelabros colgados irregularmente en el techo, Sydonie observó la figura que se materializaba ante ella.

El grim reaper parecía una neblina negra que fluía y se movía con una elegancia inquietante. Aunque carecía de una forma definida, Sydonie podía percibir su mirada desde los dos puntos luminosos, similares a estrellas, que brillaban desde el centro de esa oscuridad, bajo su capa.

Cualquier otra persona habría evitado mirar fijamente a la Muerte, pero ella nunca se había caracterizado por ser prudente. A pesar de la frialdad y el vacío que emanaban de su presencia, la chica no podía evitar sentir un profundo respeto hacia él, y mucha curiosidad. Este no era su primer grim reaper, pero sí era el primero que se presentaba ante ella sin una apariencia humana.

«¿Acaso es una nueva estrategia para intimidarme?», pensó mientras se rascaba la barbilla. «Pues necesitarían más que un dementor para conseguirlo».

—No hay descanso para los malvados, ¿eh? —bromeó Sydonie.

El grim reaper no se inmutó con sus palabras y continuó deambulando entre los pasillos, ella lo seguía con la mirada. Sabía que lo mejor sería permanecer en silencio hasta que la visita culminara, pero, de nuevo, ella no era prudente. Al contrario, era entrometida y completamente temeraria.

—¿Necesitas ayuda?

—He venido por las almas —respondió él luego de un silencio prolongado.

Su voz era profunda, grave y monótona, pero, a pesar de su apariencia lúgubre, también era suave y calmada.

—Por supuesto —sonrió ella—. Estaba a punto de cerrar, pero puedes mirar sin prisas. Tenemos muchos artículos interesantes que seguramente te gustarían, además de las almas. Aunque, bueno, eres la Muerte. Supongo que no hay nada que te guste más que las almas, ¿o tal vez sí? ¿Qué piensas al respecto?

Él no contestó, y Sydonie se cruzó de brazos, meditando la situación.

«No es muy hablador».

En los últimos meses, había recibido varias visitas de grim reapers como representaciones de la Muerte, pero todos habían acudido con una apariencia física, con personalidades más humanizadas y, aunque sí eran reservados, no habían dudado en platicar con ella. Como si encontrar a alguien que pudiera verlos y comunicarse con ellos, aun sin tener una cita con la Muerte, fuera inesperado.

Manual contra amores inmortales [TERMINADA]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora