Besar a Ronan había sido un acto de pura espontaneidad por parte de Sydonie, algo así como un «ahora o nunca» en un momento de audacia inesperada. Pero ahora, con la realidad de repetir el beso, la idea se le antojaba una locura. Era como si hubiera saltado sin paracaídas una vez y, contra todo pronóstico, estuviera considerando hacerlo de nuevo. Volver a besarlo no solo desafiaba la lógica, sino que también se sentía como abrir la puerta a un carrusel emocional con boleto de ida y sin garantía de regreso.
—Entonces... —Sydonie se aclaró la garganta, tratando de inyectar algo de ligereza a la situación—. Bienvenido a la clase de Besos 101. Exclusiva para vampiros, magos, recolectores de almas y otras criaturas mitológicas. Por favor, acomódate y prepárate para una experiencia... educativa.
Intentó sonreír para aliviar sus propios nervios, pero Ronan la miraba con su característica seriedad. Sentado en la cama de la habitación del hotel, le devolvió la mirada con una expresión seria e imperturbable.
—¿Tienes alguna pregunta antes de empezar? —preguntó ella colocando las manos en sus caderas, con una mezcla de nerviosismo y anticipación. Le resultaba raro estar nerviosa, pero Ronan tenía una forma especial de provocar los sentimientos más inesperados.
—¿Por qué me besaste? —preguntó él, directo y al grano como siempre.
Sydonie tomó un momento para organizar sus pensamientos.
—Ah... bueno... En los humanos, un beso puede expresar distintos sentimientos. Por amor, cariño, alegría, o para explorar nuestros sentimientos hacia alguien.
Ella intentó mantener la calma, consciente de que cada explicación abría un nuevo mundo para Ronan.
—En este caso, fue un impulso, una forma de expresar mi felicidad y la conexión que sentí contigo. No es algo que debas sobreanalizar; a veces, los besos son simplemente cómo mostramos lo que sentimos, y está bien sentir curiosidad o disfrutarlo.
Ronan escuchó atentamente.
—¿Y por qué fue agradable? —inquirió con una curiosidad genuina.
Ella tragó saliva.
—Porque creo que... yo te gusto. —Sydonie se sintió vulnerable al ser tan franca.
—¿Tú me gustas? —repitió él, queriendo entender mejor.
—Sí. Un beso puede desatar una cascada de emociones y respuestas físicas cuando hay atracción. Puede hacer que esos sentimientos se intensifiquen.
—Tú me gustas —dijo Ronan, como si esa simple verdad fuera lo único importante—. ¿Por eso mi corazón se acelera cuando estás cerca?
—¿Tu corazón se acelera... por mí? —preguntó sorprendida.
—A veces.
Ella asimiló las palabras, azorada.
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Manual contra amores inmortales [TERMINADA]
Romansa¿Quién dijo que el amor y la muerte no pueden ser divertidos? Bienvenidos a la tienda de antigüedades de Sydonie Acheron, un lugar mágico donde los objetos esconden un alma... o dos. Allí, su vida dará un giro inesperado cuando Ronan, un gruñón grim...