Ronan rara vez regresaba a su hogar, que no lo era en el sentido tradicional. En las profundidades de una región donde la noche nunca termina y las sombras tienen vida propia, caminaba silenciosamente por La Fortaleza de las Brumas. Este santuario místico, oculto en una dimensión donde las nebulosas y las estrellas antiguas tejían un tapiz de luz y oscuridad, servía como el dominio de los grim reapers y el Concilio Superior de la Muerte, un punto de encuentro para los que gobernaban los misterios de la vida y la muerte.
A su alrededor, torres flotantes de piedra de distintas alturas, conectadas por puentes etéreos, se erguían majestuosamente, custodiando antiguos secretos. La fortaleza, un lugar de poder insondable, era accesible solo a través de portales ocultos en diferentes dimensiones. Ronan, familiarizado con estos caminos secretos, se movía con una serenidad que desafiaba la naturaleza enigmática del lugar.
Al acercarse a la torre central, su atención fue capturada por el jardín que se extendía frente a él, donde los caminos serpentean a través de campos de flores que florecían y marchitaban en un ciclo perpetuo, simbolizando poéticamente el ciclo de la vida y la muerte.
Ronan continuó hacia la biblioteca, atraído por el lugar que siempre lo había fascinado. Rodeado de tapices que colgaban de las paredes y representaban leyendas de la muerte y el destino, se sintió en paz. Los mapas celestiales y los relojes astronómicos que adornaban el salón añadían un sentido de tiempo eterno y destino entrelazado. Aquí, entre libros antiguos y pergaminos, el conocimiento de eones estaba al alcance de la mano, resonando profundamente con su ser.
Su figura incorpórea se deslizaba sin tocar el suelo. Ronan había adoptado su forma original antes de regresar a la fortaleza, ya que un grim reaper con apariencia humana llamaría demasiado la atención en un lugar que muchos reapers modernos consideraban anticuado y frío.
Pero estaba allí porque tenía una misión: verificar si Harry Young estaba en la lista de almas destinadas a ser recolectadas.
Dentro de la biblioteca, había una habitación anexa dedicada exclusivamente a las listas de almas. Ronan caminó hacia esa habitación, conocida como el Archivo Eterno, pasando por un arco de piedra tallada con símbolos antiguos. Al entrar, fue recibido por una luz suave y etérea que iluminaba los largos estantes de mármol blanco, los cuales se extendían hasta el techo. En ellos reposaban numerosos volúmenes encuadernados en cuero oscuro. Cada volumen era una lista diaria que contenía los nombres de las almas que habían cumplido su tiempo en la Tierra y estaban preparadas para ser guiadas hacia el descanso eterno.
Cuando un alma estaba lista para partir, su nombre aparecía en la lista diaria que se generaba constantemente. Luego de ser registrada, cada recolector podía sentir a esa alma y reconocerla, como si la conociera. Se creaba un vínculo entre el alma y el recolector, que este podía utilizar para rastrearla. Así, se sabía si una nueva alma había sido puesta en "tu lista" o asignada a ti. Era un sistema que los recolectores antiguos, como Ronan, habían seguido durante siglos. A muchos les gustaban las listas escritas, mientras que los recolectores modernos preferían las listas digitales. Cualquiera que fuera el medio, el sistema funcionaba.
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Manual contra amores inmortales [TERMINADA]
Romance¿Quién dijo que el amor y la muerte no pueden ser divertidos? Bienvenidos a la tienda de antigüedades de Sydonie Acheron, un lugar mágico donde los objetos esconden un alma... o dos. Allí, su vida dará un giro inesperado cuando Ronan, un gruñón grim...