Ronan dio un paso atrás. Ante él apareció la joven con la que habían conversado esa mañana. Se encontraron con la mirada, un alma y un recolector unidos por un vínculo forjado en el umbral de la muerte.
—Morir fue doloroso —titubeó ella—. ¿Esto me dolerá?
—No —aseguró Ronan con solemnidad—. Te brindará paz.
Ella ofreció una sonrisa tímida.
—¡Todo está listo! —anunció Sydonie.
Ronan se giró y vio a la joven en el centro del escenario, rodeada por las velas que despejaban las sombras con su luz tenue. Las llamas danzaban, proyectando sombras y luces sobre ellos.
—Este escenario es para ti —dijo Sydonie a la bailarina—. Aunque no tengamos orquesta ni público, esta presentación será inolvidable. Tengo una última sorpresa.
Sydonie sacó su celular y, con cuidado, lo manejó mientras Alizée miraba intrigada. Al activarlo, una melodía dulce y melancólica llenó el escenario.
—¡La obra de Alexandre! —exclamó Alizée, conmocionada—. La comenzó cuando nos conocimos.
—Así es, y la completó en tu honor. Esta pieza de Alexandre Dubois se hizo tan famosa que ahora es un clásico, encarnando su amor, pasión y pérdida. Con esta tecnología, puedo traer su música hasta ti.
—¿Cómo es posible? —preguntó la bailarina, sus ojos brillando de emoción.
—No tienes que entender cómo funciona el mundo ahora, solo imagina que la música ha viajado a través del tiempo para encontrarte —explicó Sydonie con dulzura.
Alizée escuchó su explicación, los ojos brillando con lágrimas de alegría y sorpresa, mientras la realidad de su último deseo comenzaba a materializarse a través de la pequeña maravilla en manos de Sydonie.
—Ahora es tu momento, Alizée.
Sydonie se acercó a Ronan y tomó su brazo, haciendo espacio en el escenario para Alizée. Ronan, que había sido espectador de la conversación entre las dos mujeres, aún estaba sorprendido por la revelación de Sydonie. Ella no había mencionado nada sobre la pieza de ballet, pero había pensado en cada detalle. Ahora entendía por qué, esa misma tarde, había pasado varias horas escuchando música en su habitación: estaba buscando la pieza perfecta de Alexandre para hacer la presentación de Alizée aún más especial.
Era incomprensible cómo Sydonie Acheron podía ser tan incontrolable, mordaz e impulsiva, y al mismo tiempo, hacer cosas que conmovieran y alegraran a los demás. Había sido así tanto con Eleanor como ahora con Alizée. ¿Cómo era posible? ¿Por qué lo hacía? ¿Acaso todos los humanos eran así de complejos?
—Observa —le susurró ella, recordándole el motivo de su presencia allí.
Ronan se percató de que había quedado absorto en Sydonie, intentando descifrarla, en lugar de disfrutar la actuación. Volvió su atención hacia Alizée, cuya gracia en el escenario suavizó su semblante imperturbable. Las zapatillas de ballet de Alizée brillaban bajo la luz dorada del escenario, mientras danzaba una música tejida de amor y despedida. Cada movimiento narraba una historia de pasión y pérdida, capturando a Ronan en la marea de emociones evocadas por su danza.
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Manual contra amores inmortales [TERMINADA]
Romance¿Quién dijo que el amor y la muerte no pueden ser divertidos? Bienvenidos a la tienda de antigüedades de Sydonie Acheron, un lugar mágico donde los objetos esconden un alma... o dos. Allí, su vida dará un giro inesperado cuando Ronan, un gruñón grim...