Capítulo 21

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A pesar de que Ronan era un hombre entretejido con sombras y misterios, la encarnación misma de la Muerte, el contacto de sus labios fue sorprendentemente cálido, y unió dos mundos en un instante que pareció detener el tiempo

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A pesar de que Ronan era un hombre entretejido con sombras y misterios, la encarnación misma de la Muerte, el contacto de sus labios fue sorprendentemente cálido, y unió dos mundos en un instante que pareció detener el tiempo.

A medida que sus bocas se unían, Sydonie cerró los ojos, intensificando cada sensación. Podía sentir la textura suave y sorprendentemente humana de los labios de Ronan, y una oleada de calor que emanaba de su contacto. El aroma de Ronan, una mezcla de la frescura nocturna y un toque especiado, llenó sus sentidos, añadiendo profundidad a la experiencia. La música del club, con su ritmo palpitante, se convirtió en un distante murmullo, como si el mundo exterior se hubiera desvanecido, dejándolos solos en su burbuja de intimidad.

Las manos de Ronan en su espalda eran suaves, su tacto casi reverente, y Sydonie se estremeció al sentir la delicadeza con que él la tocaba. A través del beso, entre sutiles roces, ella percibió dulzura, asombro y curiosidad en él, como si cada sensación fuera nueva y asombrosa para él. El sabor de Ronan traía consigo un enigma, una invitación a explorar lo desconocido. Era un contraste fascinante: él, una entidad que representaba el fin de todas las cosas, ahora explorando la vitalidad y la emoción de un beso humano.

Al separarse, la realidad del club los envolvió de nuevo, rompiendo el encanto de su momento. Sydonie, aún sosteniendo la camisa de Ronan, intentó descifrar su reacción. En sus ojos, vio un atisbo de emoción humana, una mezcla de sorpresa y una nueva comprensión, señales de que él también había experimentado la intensidad de ese instante. Pero cuando Sydonie intentó acercarse de nuevo, Ronan se apartó abruptamente, provocando que ella soltara su agarre. Su rostro se tornó en una máscara de confusión y su ceño se frunció, como tratando de procesar lo sucedido.

Sydonie sintió una punzada de preocupación y un nudo en el estómago. Su corazón latía con fuerza, no solo por el beso, sino también por la incertidumbre de la situación. La atmósfera, antes cargada de una tensión emocionante, ahora estaba impregnada de dudas y preguntas no formuladas. ¿Había ido demasiado lejos? ¿Había malinterpretado la conexión entre ellos? El cambio abrupto en su comportamiento la dejó insegura y temerosa de haber traspasado un límite que Ronan aún no estaba preparado para cruzar.

—Lo... siento —dijo ella con voz temblorosa y un nudo en la garganta.

Ronan la observó, su semblante se suavizó hacia la calma habitual.

—Debo irme.

No ofreció más explicaciones, solo se sumergió en las sombras del club y desapareció.

Sydonie quedó paralizada, sin comprender, preguntándose si todo lo vivido había sido simplemente un sueño, un espejismo desafortunado desvaneciéndose en la noche.

Sydonie quedó paralizada, sin comprender, preguntándose si todo lo vivido había sido simplemente un sueño, un espejismo desafortunado desvaneciéndose en la noche

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Manual contra amores inmortales [TERMINADA]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora