Extra: POV MENEREDITH.

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CAPÍTULO EXTRA:

MENEREDITH:

Me detengo en el pasillo antes de entrar al dormitorio con Caetano. Le envío un mensaje a mi segundo equipo de seguridad. Al de la empresa o lo que quedó de él luego del atentado y  comparto con ellos la información de Tayler.

Captúrenlo- les ordeno y guardo mi segundo teléfono en el bolsillo del pantalón.

No es un teléfono que lleve siempre conmigo, si por alguna razón lo perdiera y cae en manos equivocadas la empresa, mi fortuna e incluso mi libertad estarían en peligro. Pero en momentos como este, es necesario.

Lo apago y entro en el dormitorio de mi segundo prometido.

Me obligo a pensar en ellos de esa forma, no importa si no deseo casarme. Ellos lo necesitan y los amo lo suficiente para atarme a sus vidas, incluso si eso signica que esto durará para siempre.

Mi segundo prometido está secándose el pelo envuelto en una toalla de la cintura para abajo y sonríe al verme.

—Hola— sus ojos brillan y su sonrisa crece. —¿Dormiste bien?

No. Fue incómodo. Me moví toda la noche. Al parecer me acostumbré a tenerlos conmigo en la cama.

—Tenemos que hablar, siéntate — le señalo la cama y antes de que se siente le quito la toalla de la cintura y la dejo caer a mis pies, utilizándola como alfombra cuando me arrodillo frente a él.

—¿Está todo bien? — frunce el ceño cuando me acerco a sus muslos.
—Meneredith me acabo de bañar— hace puchero con sus labios, pero su erección delata su engaño.

Quiere lo que sea que voy a ofrecerle.

—¿Recuerdas a Tayler? — le pregunto y sujeto su miembro.

Se tensa al oír el nombre y le doy una lamida sobre el glande, logrando que se relaje al instante.

Suelta un suspirito de lo más sumiso y continúo contándole lo que sucedió.

—Besó y tocó a nuestra mujer.

—¡¿Qué?!— grita y le doy otra lamida. Se remueve, está molesto y no es suficiente solo mi lengua. Succiono y comienzo a tomarlo dentro de mi boca.
—Meneredith tengo que matarlo, suéltame— pide y succiono más fuerte.

Gime. Sus ojos se vuelven blancos por un instante, pero la imágen de nuestra mujer siendo tocada por otro debe volver a su cabeza, porque sacude la cabeza y trata de apartarme la cara de su polla.

—No, debes detenerte para que pueda golpearlo— me ordena. Le doy otra succión y una vez más capturo su atención.

Es una lástima. Se va a enojar o quizás llorará mucho cuando note que no tengo intenciones de hacerlo correrse.

Succiono y lamo tomándolo hasta que está por completo dentro de mí y chupo como descurí que le gusta.

Se relaja bajo mi toque y vuelve a hacer esos sonidos que me vuelven loco.

Empujo un dedo entre sus piernas y lo meto sin contemplación en su agujero.

Grita o solloza. La verdad no sé diferenciar si le dolió o lo amó. No me detengo a averiguarlo, solo empujo y retiro el dedo preparándolo desde ahora para esta noche.

Me saco su polla de la boca cuando noto que sus gemidos aumentan en volúmen.

—Él la besó en los mismos lugares donde te indiqué anoché que la marques— le cuento y antes de que se quiera ir vuelvo a meterme su polla en la boca.

Succiono hasta que grita tan cerca de la cima que aprieta con fuerza las sábanas.

Es una lástima.

Vuelvo a sacármela de la boca y le lanzo la última bomba.

—Él ya la había visto antes y te acusó de tener deudas y de ser el culpable de todo lo que está sucediendo— le cuento y tirando de su mano le paso un pantalón y luego de que se lo pone lo llevo conmigo por el pasillo.

Sus piernas tiemblan y le toma algunos intentos no tambalearse o ir demasiado lento.

Lo guío hasta la puerta de mi viejo dormitorio y me paro detrás de él.

—Mía lo echó y ya envié a mis hombres a que lo busquen, pero aún queda un asunto por resolver. — le rodeo la espalda con mis brazos y presiono un beso en su nuca.

—¿Cuál es?

—Reclamar a nuestra mujer luego de que ese imbécil trató de convertirse en su amante.

Veo como acepta la idea, tentado no solo por la idea de capturar a Tayler, sino también por sus ganas de hundirse en el apretado coño de su esposa.

Sexo y venganza a tan solo horas de casarnos.

Me gusta.

HOLA! Sé que dije que tal vez no habría más capítulos donde relate Meneredith, sin embargo, necesitaba contar esta parte.

Aún no sé porqué, a veces las escenas vienen a mi cabeza y aunque muchas las rechazo, hay algunas que sé que debo escribir.

Así que espero que les haya gustado.

Atte: MicaelaEP ❤️

Un suave y duro Ménage À TroisDonde viven las historias. Descúbrelo ahora