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CAPÍTULO SEIS=

El MMM de la duda.

Cae no se enoja con frecuencia, es un hombre tranquilo, amoroso, dulce y no recuerdo haberlo visto nunca tan furioso como ahora.

—Sube, por favor — dijo abriendo la puerta del coche para mí, hago lo que me pide y dejo que me ponga el cinturón, me bese y me cierre la puerta para luego él ir y subirse en el lado del conductor.

Guardo silencio durante el viaje, Cae tiene su mano sosteniendo la mía y no la suelta hasta que llegamos a RC y debemos separarlas para bajar.

Entramos al vestíbulo y él vuelve a tomar mi mano, los guardias aún no están, no es demasiado tarde así que se mantienen en la sala de seguridad observando el interior y exterior del edificio por las cámaras que hay en cada esquina.

Tomamos uno de los tres ascensores y nos dirigimos al piso máximo donde en cuanto bajamos entramos directo a la oficina de mi ex jefe.

Las puertas del ascensor se abren, Meneredith está en su escritorio, él no se molesta en alzar la mirada, los guardias de seguridad que estuvieron vigilando a Mijaíl seguramente ya le han informado que llegamos.

Lo observo mientras nos acercamos y veo que tiene una computadora nueva en sus manos, hago una mueca ante eso, yo esperaba que tardara días en encontrar una de su agrado, ahora veo que no.

—Bienvenidos — dice y alza la cabeza —¿Mía te contó de mi propuesta? — no respondemos y cambia de pregunta .
—¿Tomaron una decisión? — insiste y es cuando Caetano me suelta la mano y se le echa encima.

Caetano le encesta dos puñetazos en la mandíbula, Meneredith se va para atrás, mi esposo y él comparten la misma altura, pero Meneredith se ve más musculoso y cuando reacciona e intenta golpear a mi amor grito y lanzo contra la pared la nueva computadora.
Meneredith de inmediato se detiene y me mira.

—¡¿Qué tienen tú y tu hermano en contra de mis aparatos?! — me dice perforándome con sus intensos ojos azules y jalo de la mano de Caetano que se opone e intenta avanzar, pero no se lo permito y hago que sus brazos me rodeen.

Meneredith observa mi gesto con muy mala cara y luego ve a Caetano.

—Les daré otra oportunidad— dice mientras toma un pañuelo y se limpia la sangre de la nariz.

Su cabello rubio está revuelto, su labio está hinchado y aun así se ve maldita y demoníacamente atractivo.

—Renunciamos— le digo y nos damos la vuelta para largamos de una vez por todas.

—¿Renunciamos? — pregunta a nuestras espaldas, siguiéndonos y nosotros entramos en el ascensor, Cae se encarga de picar el botón. —Pero si tú no trabajas aquí.

Una sonrisa torcida se extiende por los labios de mi ex jefe y las puertas se cierran, mi garganta se seca y tanto Cae como yo nos quedamos quietos.

—¿Nos acabo de exponer, cierto? — pregunto con la voz temblando, los nervios creciendo y un tic en mi dedo anular donde tengo mi anillo de casada aparece.

—Sí — dice mi amor y me abraza por la espalda recargando su cabeza en mi hombro, cierra los ojos y yo hago lo mismo mientras esperamos a que el ascensor llegue a la planta baja.

—¿Qué vamos a hacer? — le pregunto con miedo porque en el pasado ya estuvimos en esta situación.

Hace años, tres, para ser exactos, yo le pedí ayuda financiera a los Eyes, ellos son una banda urbana que "Ayuda", a los que necesiten préstamos o al menos así me lo vendieron a mí.

Cae y yo nos estábamos conociendo en ese momento, él no tenía idea de que mi madre estaba enferma y que yo me ocupaba de todos los gastos, así que por eso le pedí un gran préstamo a los Eyes, no quería que mi madre muriera en un horrible hospital público y las clínicas privadas me ofrecían una posibilidad de que ella sobreviviera a su enfermedad. Tomé la desición, elegí la posibilidad, gasté hasta el último centavo en mantenerla con vida.

Si bien la clínica sirvió para extender por unos cuantos meses más su tiempo en este mundo y menguar su dolor, no sirvió para que su existencia durara y cuando ella murió yo ya no tenía familia, tenía una gran deuda y fue cuando le conté a Cae lo que me sucedía.

Él pagó mi deuda, no pidió nada a cambio, pero los Eyes no estaban conformes, querían el triple de lo que me habían dado, ellos dijeron "O pagas más o considérate marcada".

No se llaman los Eyes por simple antojo, ellos son expertos en buscarte, en vigilarte y en tener ojos en todos lados.

Cae y yo tuvimos que huir de Argentina porque allí no había un lugar en el que estuviéramos a salvo y nos fuimos tan rápido que no teníamos nada más que un par de billetes, algo de ropa y un poco de comida.

Llegamos a Diagonal Mar, no una calle, sino un país oculto dentro de otro mucho más importante.

Aquí nos establecimos, comenzamos a hacer pequeños trabajos en donde pudiésemos ganar dinero, más tarde nos casamos, compramos nuestra casa, Cae obtuvo su trabajo en RC y el resto es el hoy y ahora, dos empleados despedidos.

—No quiero, pero tenemos que irnos — llegamos a la planta baja y las puertas se abren, Cae me deja salir primero, él siempre es tan caballeroso.
—Meneredith podría demandarnos si sabe que eres Mijaíl y estoy seguro de que sí.

—¿Qué otra opción tenemos? — quiero saber, necesitamos otra opción.

No podemos perderlo todo.

—No hay mucho por hacer, si no abandonamos el país, desaparecemos y empezamos de nuevo, él nos podría meter a la cárcel. La nuestra es una estafa grande, creamos un personaje, lo hicimos real y fuimos contra el contrato que ambos firmamos.

—Tal vez no nos demande — quise creer y atravesamos el vestíbulo, Caetano me abre la puerta, regresamos a su auto, me pongo el cinturón y volvemos a casa.

—Tal vez no nos demande  —dijo cuando llegamos y noté el hmmm de la duda en su voz
—Pero tal vez sí y conociéndolo, lo va a hacer.

Holaaa!

¿Qué les pareció el capítulo?

Él próximo se llama “El bang del disparo", y lo subiré el 24/7/2021.
Así que no se olviden de votar, comentar y si quieren también pueden compartir para que llegue a más personas.

Les envío un beso volador y hasta prontooo!

Atte: MicaelaEP❤️

Un suave y duro Ménage À TroisDonde viven las historias. Descúbrelo ahora