Capítulo 54: Entre las Sombras, Parte II

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Mis pies golpeaban el suelo del bosque con un ritmo frenético, cada paso llevándome más profundamente en la oscuridad. El sonido de mis latidos retumbaba en mis oídos mientras corría, tratando desesperadamente de mantenerme un paso adelante de la criatura que nos perseguía implacablemente.

A mi lado, Jason y Tim se movían con la misma determinación, sus rostros tensos con la urgencia de la situación. Nos habíamos encontrado en esta pesadilla juntos, y juntos luchábamos por nuestra supervivencia.

El rugido de la bestia resonaba en el aire, llenando el bosque con una sensación de peligro inminente. Giré la cabeza para mirar hacia atrás, encontrando los ojos brillantes de la criatura fijos en nosotros, llenos de una malicia que me helaba la sangre.

—¡Tenemos que encontrar una manera de detenerla! —grité, mi voz llena de desesperación.

Tim asintió a mi lado, su mirada buscando desesperadamente una salida en medio de la oscuridad. —¡Estoy de acuerdo! ¡Pero cómo vamos a hacerlo?

Jason frunció el ceño, su mente trabajando a toda velocidad mientras buscaba una solución al dilema que enfrentábamos. —¡Quizás podamos usar el entorno a nuestro favor! ¡Tal vez haya algo en el bosque que pueda ayudarnos a derrotar a esa cosa!

Con esa idea en mente, nos separamos, cada uno corriendo en una dirección diferente en busca de una solución. Me adentré aún más en el bosque, mis sentidos alerta mientras buscaba cualquier señal de esperanza en medio de la oscuridad.

El bosque era un laberinto de sombras y peligros, pero también era nuestro mejor aliado en esta lucha desesperada. Cada árbol, cada roca, podría ser la clave para nuestra supervivencia.

La batalla que se avecinaba sería difícil y peligrosa, pero estábamos dispuestos a enfrentarla juntos. Con cada paso, nos acercábamos más a la verdad detrás de la amenaza que enfrentábamos, y con cada paso, nuestra determinación solo crecía más fuerte.

El bosque era un lugar de secretos y peligros, pero también era un lugar de esperanza y posibilidad. Y con eso en mente, continuamos adelante, listos para enfrentar lo que sea que el destino nos deparara.

Mis pies golpeaban el suelo del bosque con un ritmo frenético, el corazón latiendo desbocado en mi pecho. El murmullo de las hojas y el crujir de las ramas bajo mis pies eran la única banda sonora de mi carrera desesperada. Cada sombra parecía acecharme, cada susurro del viento resonaba en mis oídos como un susurro ominoso.

Detuve mi carrera abruptamente, mi respiración agitada rompiendo el silencio de la noche. Mis ojos escudriñaron el oscuro dosel del bosque, buscando desesperadamente cualquier señal de vida entre los árboles. Pero solo encontré el vacío, una vasta extensión de oscuridad que me rodeaba como un abrazo frío y claustrofóbico.

—¿Tim? ¿Jason? —llamé, mi voz temblorosa en el aire espeso de la noche. Pero solo el eco vacío de mis propias palabras me respondió.

Una oleada de pánico me invadió mientras luchaba por entender lo que estaba pasando. ¿Cómo podíamos habernos separado tan repentinamente? ¿Y dónde demonios había ido el monstruo que nos perseguía?

Mis pensamientos eran una tormenta tumultuosa en mi mente, cada escenario posible de peligro y desesperación jugando en mi cabeza. Pero no podía permitirme sucumbir al miedo, no ahora, no cuando mis amigos podrían estar en peligro.

Forcé mi mente a la calma, luchando contra el torrente de emociones que amenazaba con abrumarme. Sabía que tenía que mantener la cabeza fría, encontrar una manera de reunirnos nuevamente y enfrentar lo que sea que acechaba en la oscuridad del bosque.

No te voy a abandonarDonde viven las historias. Descúbrelo ahora