Capítulo 45: Amor

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Las recaídas de Jonathan, cada vez más frecuentes, constituían una preocupación constante para Batman y su familia. Pasaban horas en la Baticueva, revisando archivos, analizando muestras y buscando desesperadamente algún indicio que les condujera al antídoto que tanto necesitaban. Sin embargo, la ausencia de la kriptonita blanca limitaba sus opciones y los dejaba con pocas alternativas viables.

La incertidumbre respecto al paradero de Damián añadía una capa adicional de tensión a la situación. Dick y Bruce se encontraban sumidos en un mar de incertidumbre, sin saber si él estaba en peligro o simplemente había decidido tomar un camino diferente. Jonathan tambien sentia su ausencia, en especial esos días en los que no hay nadie que lo visite en la mansión Wayne.

A pesar de todo, Jon se aferraba a la esperanza de que Damián regresara pronto. Guardaba sus esperanzas en la idea de reunirse con su mejor amigo y volver a compartir aventuras juntos. Sin embargo, la postura de su padre, quien mostraba reticencia a que continuara su relación con Damián, generaba conflictos entre ellos, su mamá al menos parecia ser mas comprensiva con él.

Bruce Wayne entró en la habitación de Jonathan con una expresión seria en su rostro. -Jonathan, necesito hablar contigo- dijo con tono grave, cerrando la puerta detrás de él.

Jonathan se enderezó en su cama, mirando a su Batman con atención. -¿Qué sucede?- preguntó con preocupación.

Bruce respiró profundamente antes de continuar. -He estado pensando en nuestra situación recientemente, y creo que puede ser prudente que consideres ir al campamento- dijo con calma.

El corazón de Jonathan dio un vuelco ante la sugerencia. -¿Al campamento?-repitió, sorprendido.

-Así es- confirmó Bruce. -Allí estarías acompañado de tus amigos y también habría un equipo más especializado que por diferentes razones no pueden salir de allí. Mientras yo busco más pistas, creo que sería más seguro para ti estar con los otros hijos de los héroes.

Si comprendía el porque ir ahí, pero si entraba posiblemente no iba a salir en mucho tiempo, tampoco podria buscar a Damian. No quería separarse de la idea de estar de nuevo juntos, no podia.

-No... No voy a volver ahí.

-No es una pregunta, es una orden. Tanto Superman como yo hemos decidido. El unico lugar en donde podras ser monitoreado y protegido es ahí, no estas en condiciones de decir lo contrario.

-Vete a la mierda- la respuesta de Jonathan fue instantanea, impulsada por toda la rabia que estaba conteniendo hace ranto tiempo.

Estaba harto.

-¡No tengo tiempo para tus caprichos, Jonathan, eres un niño de 15 años que parece tener una crisis estupida!- exclamó Batman, su voz resonando con furia contenida. -¿Acaso no entiendes que esto es por tu propio bien? No puedes seguir ignorando las órdenes, especialmente cuando se trata de tu seguridad. ¡Ve y prepárate, y no vuelvas a desafiarme!

Jonathan se quedó en silencio, sintiendo la intensidad de la mirada de Batman sobre él. Sabía que no podía enfrentarse directamente a la ira de Bruce, pero tampoco podía ignorar la sensación de impotencia que lo embargaba.

Con un suspiro resignado, Jonathan asintió en silencio y se levantó de la cama.

-Está bien-murmuró, su voz apenas un susurro en la habitación cargada de tensión. -Me prepararé.

Sin decir una palabra más, Batman giró sobre sus talones y abandonó la habitación, dejando a Jonathan sumido en un mar de emociones encontradas.

-La puta madre... ¡La puta madre!- agarro la lampara de su mesa de noche y la tiró al suelo con fuerza. Los cristales salieron disparados hacia todos los lados.

No te voy a abandonarDonde viven las historias. Descúbrelo ahora