Capitulo 59: La tormenta

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Sentado en el sofá del departamento de Tim, Jon miraba la televisión sin realmente prestar atención a lo que pasaba en la pantalla. Las luces de la ciudad de Gotham parpadeaban a través de las ventanas, creando un ambiente casi melancólico. Desde que se unieron a la misión para encontrar la guarida de la Liga de las Sombras, había sentido una mezcla de ansiedad y soledad.

Extrañaba la actitud estúpida de Damian últimamente. Las bromas pesadas, las discusiones constantes sobre quién era mejor en combate, incluso la manera en que Damian siempre parecía encontrar la manera de irritarlo de forma cariñosa. Era irónico cómo esas pequeñas fricciones, esas constantes pruebas de fuerza y voluntad, ahora le parecían momentos preciosos.

Es porque estaba enamorado, no podia evitarlo asi todo el mundo este en contra de Damian, jamas podria dejar de amarlo.

Tim y Jason habían salido a recolectar información. Estaban decididos a encontrar el escondite de la Liga y desmantelar sus operaciones antes de que pudieran causar más daño. Jon, por otro lado, se encontraba en un estado de espera. A veces, sentía que su poder era una carga, una responsabilidad que lo alejaba de las cosas simples de la vida.

El peso de sus habilidades, esa fuerza sobrehumana que le permitía volar, levantar edificios y ver a través de las paredes, a menudo lo hacía sentir distante. Sabía que su presencia era crucial para la misión, pero la espera lo hacía cuestionar su utilidad. Se sentía atrapado entre dos mundos: el de los héroes y el de los humanos normales. Deseaba poder tener una vida sencilla, con preocupaciones triviales y momentos de auténtica normalidad.

A medida que la noche avanzaba, sus pensamientos se volvían más oscuros. ¿Qué pasaría si no encontraban la guarida de la Liga? ¿Y si Tim y Jason no regresaban? La responsabilidad de ser un héroe no solo implicaba enfrentarse a villanos, sino también lidiar con la constante preocupación por sus amigos, sus compañeros de batalla.

De repente, escuchó un ruido en la ventana. Giró la cabeza y vio a Catwoman, Selina Kyle, parada en el alféizar, con su traje negro ajustado y una sonrisa traviesa en los labios. Se levantó rápidamente y abrió la ventana para dejarla entrar.

Ultimamente parecia que todos querian entrar a travez de la ventana.

-¿Esperabas a alguien más?- bromeó Selina mientras entraba con gracia felina.

Jon sonrió tímidamente. -No, solo... no esperaba a nadie.

Selina se acercó a él y lo observó con curiosidad. - Es un departamento bastante pequeño para alguien que recibe pension contantes de Bruce.

-¿Tim recibe pension de Batman?

-Por supuesto, pero parece que ninguno de sus hijos toca ese dinero, quien lo diria. ¿Tú papá no te da dinero mensual?

-Ah... Me da 3 dolares mensuales.

Selina soltó una carcajada sonora, casi doblándose de la risa. -¡¿Tres dólares mensuales?! ¡Eso es adorable! -dijo, entre risas, sacudiendo la cabeza-. Parece que el viejo Clark sigue siendo bastante modesto.

Jon se unió a la risa, sintiéndose un poco más relajado. Selina siempre tenía una manera de hacer que las cosas parecieran menos serias, de añadir un poco de ligereza a cualquier situación. Se sentó en el sofá junto a él, aún sonriendo ampliamente.

-¿Y cómo te va con esa enorme fortuna de tres dólares al mes? -preguntó Selina, todavía con una chispa de diversión en sus ojos.

-Bueno, no he tenido que usarla mucho. La mayoría de las cosas que necesito... bueno, las consigo de otra manera. -Jon se encogió de hombros.

Selina asintió, aún con una sonrisa en los labios. -Sigue siendo gracioso, imagino a Superman con un frasco de propinas para ti en su casa... ¿Parece que estas pensando en algo, que es?

No te voy a abandonarDonde viven las historias. Descúbrelo ahora