No te voy a abandonar

Capitulo 35: Acompañante

Jonathan habia dejado a Damian en su habitación, no estaba tan feliz con lo que habia pasado pero a pesar de eso ver al petirrojo mas relajado lo ayudaba mantenerse tranquilo.

-Tu traje- Robin señalo una parte rota de su hombro- Quien de todos los inutiles fue? Me sorprende que te hayan llegado a rasgar ru traje.

Despues del incidente de la mujer debían seguir patrullando, claro que no con el mismo ánimo de antes pero lo habia intentado. No recordaba si alguien habia estado lo suficientemente cerca como para haberle dañado el traje, ni siquiera esta a seguro de como estaba peleando... Su mente estaba en blanco en algunos recuerdos.

-Pennyword se puede encargar de eso- Damian se acercó y le bajo la cremallera de la chamarra con lentitud.

Oh no, corazón latiendo sin parar.

-Y-yo lo hago- la sonrisa burlesca de parte de su compañero no ayudo a que se tranquilizara.

-Como diga el niño grande...- se alejo de él

-Que gay- Ambos miraron en dirección a la voz, Jason se encontraba comiendo con unas papas fritas mientras estaba recargado sobre el marco de la puerta- Vaya que escenita la de mi hermanito.

Damian en un rapido movimiento se estiro para agarrar una de sus almohadas y arrojarselo en la cara de su hermano, este logro esquivarlo.

-¡Largate!

Jason soltó una risa burlona y respondió: ¿Largarme? Estoy disfrutando del espectáculo. Además, estas papas fritas son increíbles- Damian frunció el ceño, preparando otra almohada para lanzarle.

Antes de que Damian pudiera lanzar la almohada, Alfred apareció en la puerta con una mirada seria.

-Jóvenes Wayne, este comportamiento no es apropiado para la mansión Wayne. Por favor, mantengan la compostura.

Jonathan se asusto al escuchar la voz tranquila de Alfred, no había escuchado ningún ruido de su parte cuando se acercaba, era bastante extraño. Se percato de que Ambos hermanos intercambiaron miradas y, finalmente, se sentaron en sus lugares, aunque con expresiones desafiantes. Alfred y se retiró, murmurando algo sobre la paciencia de un santo.

Jonathan, sorprendido, murmuró para sí mismo- Alfred debería dar clases de sigilo.

-¿A que viniste?- dijo Damian mas calmado pero sin dejar de analizar cada movimiento que hacia Jason.

-Ah eso... se encontro movimiento inisual de un tipo con buen tracero en las calles de gotham como se supone que estaba parcialemente "Retirado"... Dick los esta siguiendo o mas bien te esta siguiendo- señala a Damián- Creo que es un informante.

Damian frunció el ceño, mirando con sospecha a Jason.

-¿Dick nos está siguiendo? ¿Desde cuándo?

Jason, con una sonrisa socarrona, respondió-Desde que te volviste el centro de atención aquí, Demonio. Parece que tiene algunas preguntas sobre tus últimas movidas.

La mirada desconfiada de Damian se intensificó.

-No tengo tiempo para las preocupaciones de Dick. Mis 'movidas', como las llamas, son asuntos propios.

Jason levantó las cejas con diversión y replicó- Bueno, pareciera que ahora son asuntos de todos. Aunque no quisiera decirle yo a Batman, ese favorito suyo irá a correr a decirle todo lo que haces si te descubre... Tienes un trato con nosotros y no con él, eso tenlo presente.

Jason salio de la habitación con un aire de satisfacción por haber hecho enojar a su hermano menor, eso no habia pasado desapercibido por nadie.

Pero era cierto, Dick si sabia todo lo que pasaba iria sin dudar a decírselo a Batman, tanto Damian como Jon no podrian seguir ocultando el secreto por tanto tiempo si es que habia alguien que no teniam bajo control. En ina muestra de apoyo Jonathan se acerco al Wayne menor y le puso la mano en su hombro, si bien su primer sentimiento al enterarse de todo era decírselo a su padre, sabia nuy bien que tan importante era esto para Damian, asi que tenia que ver la forma de detener al lacayo número uno de Batman.