Capítulo 18: Curiosidad

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AVISO ANTES DE EMPEZAR, LO LAMENTO.

Antes había puesto que todos estaban almorzando, pero en realidad estaban desayunando 😔

Iba a corregirlo antes de publicarlo, pero se me olvido. Enserio lo lamento.

Bueno ya, aclaro esto, ya pueden leer :D
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Jonathan no había vuelto a hablar con Kaithy en toda la mañana. Ya era hora de almuerzo y todos tenían que bajar al comedor. El niño no tenía muchas ganas de ir a comer <<lo cual es raro en él>> algo lo estaba fastidiando lo suficiente como para quitarle el hambre. No podía evitar pensar en los rumores que había de su amigo, confiaba en Damián, pero la ansiedad de pensar que podría ser cierto lo estaba matando.

Bajó al comedor con sus compañeros y buscó con la mirada a Damián, lo pudo visualizar hablando con el profesor Dick en una mesa alejada. Tenía muchas ganas de sentarse con su compañero y pasar un buen rato, así tal vez le respondería la duda que lo estaba atormentando en ese momento.

Inconscientemente su pie se movía rápidamente, se debía a la crisis existencial que tenía mientras estaba haciendo fila para recoger su almuerzo. Cuando ya tenía una bandeja y mucha comida en ella, vio a su amigo verde levantar el brazo para que fuera hacia ellos. Jonathan dirigió la mirada hacia el menor de los Wayne y después hacia su grupo. Quería ir con sus amigos pero más tenía ganas de comer con el mayor. El ojiazul le hizo una señal a Gar de que iría a acompañar al mitad árabe. Caminó hacia su amigo y se sentó a su lado.

-Hola Jon-saludó Dick- ¿Cómo estás?

-Estoy bien, profesor Dick-le dedicó una sonrisa.

-¿Por qué no estás con los otros?-preguntó Damián con el ceño fruncido.

-Porque quería almorzar contigo-respondió con una sonrisa.

-Jonathan es un niño muy adorable-afirmó Dick desde su asiento.

-Cállate-Damián le dio un golpe en la cabeza.

Dick soltó un quejido y Jonathan rió.

El almuerzo fue muy tranquilo, Jon y Dick hablaban de todo, el oji-verde solo respondía algunas cosas, pero en general no hablaba tanto como los dos anteriores. Aunque apenas tocó su plato, solo se comió la carne y un poco del puré que tenía, aún no le llegaba el apetito.

Cuando terminó el almuerzo, Starfire se les acercó para decirles a ambos niños que tenían que limpiar la cafetería, después de todo, era su castigo y como el campamento explotaba a sus estudiantes, qué mejor que hacerlos limpiar ni bien llegan.

Les dieron cubos y toallas para que limpiaran todas las mesas<<unas 36>> también escobas y trapeadores. Si querían terminar antes de que oscureciera, tenían que apurarse. Claramente sería más fácil si Jonathan tuviera sus poderes, pero lamentablemente, el gas que le hicieron inhalar aún se encontraba tapando la fuente de su poder y tenía que hacer todo como una persona normal y corriente.

Suspiró. No tener poderes le dificultaba las cosas.

-No te quedes como inútil mirando a la nada-chasqueó los dedos frente a su compañero- tenemos que acabar para antes de la cena.

-Sí, perdón-volvió a pasar la toalla a la mesa.

Sus pensamientos volvieron a invadirlo, especialmente el que se trataba de Damián. Ambos estaban solos, sin duda era una oportunidad para preguntarle si esos rumores eran ciertos, pero no podía. Su conciencia le decía que si preguntaba <<teniendo en cuenta cómo era el mayor>> Damián reaccionaría mal y le dejaría de hablar; solo hacía 2 semanas que eran amigos, no quería perderlo tan rápido.

No te voy a abandonarDonde viven las historias. Descúbrelo ahora