Capítulo 11: Héroe

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Cuando puso un pie en la habitación se tiro hacia su cama--esta pequeña parte de mi vida, se le llama felicidad.

-Solamente eres un niño con un horario-gruñó Damian.

-Almenos yo duermo y no estoy de malas todo el día-le saco la lengua.

-También insultas como un crió-Giro los ojos-no naciste para ser superhéroe, deberías dejarlo.

Eso le recordó a Jonathan lo que se cuestionaba hace una horas, le hizo daño a Damian, si no puede proteger a su compañero ¿Qué le hace pensar que podrá con el trabajo de héroe?

-Tal vez no nací para ser un héroe...

-¿Te vas a rendir solo por una palabritas que te dije? - gruñó Damian--sin duda eres un idiota, con solo unas palabras puedo destruirte. Qué fácil.

-Eres un maldito-Jonathan fue directamente hacia Damian y le dio un golpe en la cara-¡No sé por qué intente ser tu amigo!-otro golpe-¡Te odio!

Damian no se quedó atrás y le dio una patada en el estómago a Jon.

-¡Yo no necesito ser tu maldito amigo!-se le acercó-¡Yo odio a las personas como tú!

En un solo movimiento, Damian hizo caer a Jonathan al suelo, sonando un estruendo. El mayor de puso encima de su compañero y comenzó a darle golpes en toda su cara. No parecía que iba a cansarse así que a Jonathan no le dio más opción que empujarlo hacia la pared con fuerza, Damian se levantó y le limpio la poca sangre que caía de su boca.

-De-Demian... Lo siento, no fue mi intención-se le acercó lentamente-yo no quería...

Damian simplemente le dio un último puñetazo.

-¡En una pela real, no te debes disculpar con tus enemigos!-le grito al menor.

-A veces siento que intentas ser bueno conmigo... Pero en otras me detestas, eres insoportable.

Damian lo confundía, y él apenas puede consigo mismo.

Jonathan no espero que Damian respondiera, salió volando por la ventana, no sabía a dónde se dirigía, pero para el eso era lo de menos, solo quería alejarse de ese hotel y de su compañero. Aterrizó en la playa, se sentó en la arena y sin poder evitarlo, comenzó a llorar.

Damian tenía razón, era muy débil para ser un superhéroe. Tal vez se equivocó, pensó que podría ser un gran héroe pero hora ya no piensa así, ver a su compañero casi morir por su culpa o simplemente hacerle daño, era algo que no podía soportar, solo quería regresar a casa y estar al lado de sus padres, comer algo, ir a la escuela.

Extrañaba no sentirse tan solo.

No sabe cuento tiempo paso en esa playa, tal vez fueron minutos o horas, ya nada estaba claro.

Alguien se sentó a su lado, solo las olas se podían escuchar, ninguno hablaba o hacia algo, estaban en completo silencio, hasta que se animó la persona de su lado a hablar:

-¿Por qué quieres ser un héroe, Jonathan?-le pregunto sin mirarlo.

Hace unos días hubiera respondido sin dudar, "Porque quiero proteger a todos", ahora no podía decirlo.

-N-No lo sé... - respondió sincero.

Volvieron a quedarse en silencio, así fue por un par de minutos.

-No puedo creer que diré esto-suspiro con pesadez- te voy a decir porque soy Robin.

-¿Por qué tu padre es Batman?-pregunto como si fuera algo obvio.

-Eres un Idiota-giro sus ojos-ser Robin me hace ser yo mismo, ahora tengo la libertad de elegir que quiero hacer y como lo voy a hacer.

-¿Antes no era así? -La curiosidad de Jonathan se disparó, no siempre puedes hacer que el chico de 16 años gruñón, hable.

-No-respondió seco-eso es algo que no te incumbe. Ahora la pregunta es ¿Por qué quieres ser Super Boy?

-No lo sé-continuó-antes quería ayudar a los demás pero... - lo interrumpió.

-No pongas un estúpido pero. Tu razón es que quieres ayudar y listo, el que lo puedas hacer, no es lo importante en este momento. Lo que ahora importa es que tengas un porque y nada más-puso un dedo en la frente se su compañero y presionó- Nunca olvides por qué quieres ser Super Boy... Ayudará a no estar tan perdido.

El mayor tenía razón, él sabe porque quiere ser un súper héroe, quiere proteger a todos, y no se va a rendir tal fácilmente como todos piensan, Jonathan Samuel Kent Lane va a ser el mejor súper héroe que jamás ha existido, superará a su padre y va a trabajar muy duro para lograrlo. Las palabras del mayor lo inspiraron; aún duda sobre él, no es una mala persona, tal vez sea gruñón y orgulloso, pero sin duda... estará ahí cuando tu más lo necesites.

Jonathan se le tiro encima y lo abrazo, ambos cayeron a la arena.

-¿¡Qué haces!? ¡Suéltame, idiota!-intento sacárselo encima por todos los lados.

-No eres tan mala persona-se separó un poco para mirarle a los ojos-Gracias, Damian.

-Jodete Kent-lo empujo a un lado-no me vuelvas a abrazar al menos que quieras perder uno de tus estúpidos dedos.

-Ya volviste a ser Damian-se rió- ¿Te puedo poner un apodo?-preguntó entusiasmado.

Tal vez se estaba pasando un poco con él, pero de verdad sentía que debía agradecerle de alguna forma.

-No.

-¿¡Por qué!? Yo quiero ponerte un apodo-hizo puchero- Damian es muy largo, que te parece ¡Dami!

-Es repugnante, no me llames así-gruñó.

-¡Que malo! - se quejó.

Ambos chicos volvieron al hotel entre risas e insultos.

Jonathan pudo olvidar esos malos pensamientos, sin duda esperaba ser más cercano al petirrojo.

Al momento de regresar a casa, el mayor le dijo que tenía una moto a unos metros de ellos. Jon se sorprendió, pensaba que Dami no tenía otra forma de transportarse pero estaba completamente equivocado, eso le hacía preguntarse si el haberle hecho caminar era para torturarlo de alguna manera. Ambos se subieron a la moto <<Damian por ser el único que sabía usarla iba adelante y Jonathan atrás>>y fueron a descansar a su adorado hotel.

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No te voy a abandonarDonde viven las historias. Descúbrelo ahora