Extra: Analisis

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Jon, yacía en una camilla de metal frío en un centro especializado dentro del campamento de la Liga de la Justicia. La luz tenue iluminaba su rostro mientras Batman, se preparaba para iniciar el procedimiento. En el cuerpo de Jon había trazas de kryptonita blanca, un mineral raro y peligroso que debilitaba a los kryptonianos de maneras impredecibles. La misión inicial era clara: extraer la kryptonita y salvar a Jon. Sin embargo, Batman tenía otros planes en mente.

-Esto es por tu bien, Jon- dijo Bruce mientras ajustaba una serie de electrodos en el pecho del joven kryptoniano.

Jon, con los ojos llenos de dolor y desconfianza, luchaba por mantener la compostura. -Sé que hay algo más detrás de todo esto.

Bruce ignoró el comentario y continuó con los preparativos. Las máquinas comenzaron a zumbar y una pantalla mostraba una serie de gráficos complejos. La kryptonita blanca tenía propiedades únicas y Bruce estaba decidido a entenderlas a fondo, aunque eso significara someter a Jon a pruebas inmorales y dolorosas.

Las primeras pruebas fueron simples extracciones de muestras de sangre y tejidos, pero pronto Bruce introdujo métodos más intrusivos. Sustancias químicas desconocidas fueron inyectadas en Jon, provocando que su cuerpo reaccionara con convulsiones y dolor agudo. Electrodos en su piel emitían descargas eléctricas controladas, buscando entender cómo reaccionaba su sistema nervioso a la presencia de la kryptonita blanca.

Jon gritaba de dolor con cada procedimiento, su respiración entrecortada mientras intentaba soportar las pruebas impuestas por Batman. -¡Por favor, basta!- suplicaba, pero sus palabras caían en oídos sordos.

-Deben haber otras maneras de protegernos de la kryptonita- murmuraba Bruce para sí mismo, justificando sus acciones mientras observaba los monitores que registraban las respuestas vitales de Jon.

El equipo de doctores, contratados y leales a Bruce, observaban con rostros serios y dudas internas. Algunos miraban a Jon con compasión, pero ninguno se atrevía a cuestionar las órdenes directas de Batman.

Uno de los doctores, visiblemente incómodo, se acercó a Bruce. -Señor Wayne, el joven está sufriendo mucho. ¿No deberíamos considerar detener las pruebas por hoy?

Batman se giró hacia el doctor con una mirada gélida. -Estamos cerca de un avance crucial. No podemos permitirnos detenernos ahora.

Los doctores intercambiaron miradas de preocupación, pero ninguno se atrevió a desobedecer a Bruce. Sabían que, en el fondo, Bruce creía que estaba haciendo lo correcto, aunque sus métodos fueran cada vez más cuestionables.

Jon, con su último aliento de fuerza, miró a Bruce directamente a los ojos. -Esto no es por mi bien, Bruce. Esto es por tu obsesión. No eres mejor que aquellos a los que juraste detener.

Bruce se detuvo por un momento, las palabras de Jon resonando en su mente. Sin embargo, la determinación y la obsesión eran fuertes en él. -Terminaré esto, Jon. Por todos nosotros.

Las lágrimas empezaron a recorrer el rostro de Jon, no solo por el dolor físico, sino por la traición que sentía al ver a Batman, un héroe en el que había confiado, convertido en su torturador. Sus fuerzas flaqueaban, su cuerpo temblaba bajo el estrés de los experimentos inhumanos.

El sonido de las máquinas se mezclaba con los sollozos ahogados de Jon, mientras los doctores, atrapados entre la lealtad y la moral, seguían ejecutando las órdenes del Caballero Oscuro.

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Jonathan solo queria que todo parara.

No te voy a abandonarDonde viven las historias. Descúbrelo ahora