Futuro
12 de diciembre
Narra Tu Padre
Le di otro sorbo a mi café mientras veía con amargura a una familia pasar frente al vitral de la cafetería. Regresé la vista al calendario y mis ánimos se fueron nuevamente a los suelos. Mi hija estaría cumpliendo veinte años. Si tan sólo no la hubiera perdido en el tiempo, tal vez hubiéramos pasado un bonito día en familia o tal vez lo pasaría con su novio, en caso de que tuviera uno.
Suspiré pesadamente, habían pasado casi quince años desde aquel accidente que la llevó hasta quién sabe qué parte y en quién sabe qué tiempo. Joel y yo estábamos a punto de darnos por vencidos. Nada de lo que habíamos hecho había funcionado. Mi esposa me había dejado seis años después de perder a nuestra hija, convencida de que jamás la volveríamos a ver y culpándome de todo lo que había pasado.
—Me terminé mi café, ¿puedo pedir un té?
—Claro que sí, hijo.
Mi esposa estaba embarazada cuando pasó el accidente. Habíamos tenido un niño: Dylan. Desde pequeño siempre mostró ser muy brillante para su edad, los maestros siempre nos mandaban felicitaciones. Ahora tenía catorce y su inteligencia seguía creciendo a pasos agigantados. Le encantaba todo lo que tuviera que ver con tecnología. Se expresaba muy bien, era agradable y divertido, pero también era bastante tímido, por eso, no tenía muchos amigos en la escuela.
Mi hijo volvió y se sentó junto a mí.
— ¿Hoy es el cumpleaños de mi hermana, verdad? —cuestionó, le dio un sorbo a su té.
—Así es.
—Me hubiera gustado mucho conocerla —musitó. Pareció dudar de lo que dijo y negó con la cabeza—. No, yo voy a conocerla algún día, cuando Joel y tú la traigan de vuelta.
Sonreí débilmente sin querer contradecirlo. Tomé lo que quedaba en mi taza de café y le dije a Dylan que debíamos irnos. Conduje hasta la casa y él fue directo a su habitación apenas si entramos. Pasaría las vacaciones conmigo porque había pasado las anteriores con su madre. Era mi turno.
Fui a servirme una copa de vino y luego me dirigí a mi habitación con la copa en mano. Me sentía muy nervioso. Antes de llegar, escuché música, seguramente Dylan la había puesto. Cambié mi rumbo y me dirigí a su habitación.
—Hola, papá —hizo a un lado su ordenador y bajó el volumen de su iPod—. Perdón si la música estaba fuerte. Me gusta mucho esa canción.
— ¿Quién cantaba?
—The Beatles.
Fruncí el ceño. Me pareció un tanto extraño que a un muchacho tan joven le gustara ese grupo de los sesenta, que inclusive ya estaba extinto. Por otro lado, Dylan era diferente a los demás chicos de su edad. Mi hijo volvió a subir un poco el volumen y regresó la canción al inicio. Se trataba de We Can Work It Out.
—No sabía que te gustaba ese grupo —comenté, sentándome en el borde de su cama—. Son buenos.
—Ellos son los mejores, papá —exclamó, sonriendo un poco—. ¿A quién no le gusta The Beatles?
Me encogí de hombros y vi una revista que estaba sobre su escritorio. Tenía a esos cuatro chicos de Liverpool en la portada. Se la mostré y él me dijo que su madre se la había regalado. Abrió las páginas, mostrándome que hablaba de la primera visita del grupo a Estados Unidos de América y el impacto que había tenido. Sonreía y lucía emocionado contándome las cosas.
—Él es John Lennon —señaló al muchacho de la orilla, quien usaba una gorra—. Es mi Beatle favorito, aunque los otros también son increíbles.
Me señaló a los otros tres integrantes de la banda. Puse mucha atención a la foto y encontré a una chica con una cara que se me hizo familiar. Se parecía mucho a mi exmujer. Me froté los ojos y volví a ver, la imagen no había cambiado.
— ¿Quién es ella? —le pregunté a mi hijo, señalando a la chica.
—Ella es la hermana de John —dijo Dylan.
— ¿De John Lennon?
—Obviamente —musitó mi hijo—, ¿de quién más?
— ¿Y cómo se llama?
— (TN) Smith —respondió Dylan—, en realidad es su prima, John sólo tuvo medias hermanas y ninguna se apellida Lennon.
— ¡¿(TN)?! —exclamé con sorpresa—. ¿No estás mintiéndome?
—No, así se llama —se encogió de hombros con indiferencia—. ¿Para qué te mentiría?
—Tú hermana se llamaba así...o se llama, no lo sabemos —le conté—. Es peligroso viajar en el tiempo, puedes quedar eliminado y se acabó: nunca podrás regresar.
— ¿Por qué no viajar en el tiempo para evitar que la persona haga el primer viaje?
—No es tan fácil —musité con tristeza—. Recuerda todas las películas de Volver al futuro.
Mi hijo rió.
—Entonces... —comenzó a decir Dylan, mirando a su padre con los ojos muy abiertos— ¿insinúas que la hermana de John Lennon es mi hermana?
Asentí lentamente y mi hijo saltó de la cama, sumamente emocionado. Saqué mi teléfono y marqué el número de Joel para contarle todo; prometió llegar en unos minutos. Mi hijo y yo seguimos observando la foto, pero yo no tenía muchas dudas: mi instinto de padre me decía que ésa era mi pequeña.
—Efectivamente, los rasgos coinciden —dijo Joel, después de analizar la fotografía—. Aunque podría no ser ella, sino alguien más, algún antepasado lejano. Y...sería una verdadera fortuna terminar en la casa de un Beatle.
—Esta es la primera "pista" que hemos encontrado en quince años, Jo —dije con esperanza—. Nos estamos acercando, la encontraremos pronto.
—La máquina no funciona, lo sabes —Joel suspiró con pesadez.
Fulminé a Joel con la mirada al ver que mi hijo se entusiasmaba aún más. No quería involucrar a otro de mis hijos en el asunto de los viajes en el tiempo. Ya había perdido a (TN), no quería más hijos perdidos.
— ¿Puedo ver la máquina? —preguntó Dylan.
—No —dije con molestia y mi amigo pareció comprender de inmediato, luego miré a mi hijo—. Escucha, no quiero tener dos hijos perdidos, con tu hermana ya es suficiente. Además, no hay ninguna máquina, ¿entendido?
—Papá, por favor, no soy un niño pequeño como para creer eso —mi hijo negó con la cabeza—. Yo podría ayudarte con esa máquina. Soy bueno con todo eso de la tecnología, es fácil. No creo que la máquina me cause muchos problemas, además... ¿quieres volver a ver a mi hermana o no?
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Got To Get You Into My Life
Fanfiction¿Qué pasaría si un accidente te transportara hasta el Liverpool de 1948 a la tierna edad de cinco años? El destino te lleva a conocer a un hombre que consideras perfecto y del que te enamoras: Paul McCartney, quien por cierto es el mejor amigo de tu...