13 de abril
Narra (TN)
Los chicos habían terminado de filmar las escenas de su película que tenían que grabarse en el extranjero y, como las partes del largometraje en el que yo trabajaba habían quedado bien desde la primera vez que se grabaron, Paul y yo podíamos pasar más tiempo juntos en Londres.
— ¡Ya sé! —exclamó Paul, despertándome.
— ¿Qué cosa? —cuestioné, somnolienta.
—Perdón, princesa —el tono de voz que utilizó me indicaba que estaba avergonzado—, no era mi intensión despertarte. Es que... desperté y ya no me pude dormir, así que estaba pensando en algo.
—No hay problema por despertarme —mi novio comenzó a acariciar mi mejilla—. Yo te desperté varias veces con mis pesadillas, pero cuéntame... ¿en qué estabas pensando?
—Quiero comprar una casa —McCartney lucía muy entusiasmado—, me han aconsejado que invierta en bienes raíces, dicen que es una excelente manera de aumentar mi dinero. Y, bueno, sería increíble si pudieras ayudarme a buscar una antes de que me vaya de gira, quizá podríamos ir hoy mismo; así podría iniciar cuanto antes con las remodelaciones que sean necesarias. Vamos, di que sí, preciosa.
—Está bien, Paulie —me abrazó—. En cuanto vuelva a despertar y desayunemos, iniciaremos la búsqueda de la casa que quieres.
Él sonrió antes de acercar sus labios a los míos para darnos un beso de medianoche. Y así, con sus brazos alrededor de mí y su cuerpo brindándome calor, me quedé dormida.
Desperté alrededor de las diez de la mañana. Los rayos de sol se filtraban por la ventana sin problema alguno y los pájaros estaban cantando en el árbol que estaba cerca de la casa. Cada pequeño detalle anunciaba a gritos que la primavera ya había llegado a Londres.
—Buenos días, mi amor —Paul tenía los brazos detrás de la cabeza y, a juzgar por lo consiente que se veía, parecía que ya llevaba despierto más tiempo que yo—. Hoy iremos a buscar nues... la casa perfecta.
Me froté un los ojos ligeramente y emití un largo bostezo, sin saber si mi imaginación me estaba haciendo una mala jugada o Paul había estado a punto de decir "nuestra". ¿Acaso quería que viviéramos juntos? Esperaba que así fuera. Sonreí con timidez.
Ambos nos levantamos, desayunamos algo ligero y nos alistamos para finalmente subir al Aston Martin DB5 color azul. Paul lucía muy feliz con la idea de que le daría mi opinión sobre la casa que íbamos a ver. Con una sonrisa de oreja a oreja, condujo hasta las afueras de Londres.
Afuera de la propiedad se encontraba una mujer rubia, que seguramente no rebasaba los treinta, vestida de una manera muy formal. Gracias a la tarjeta de identificación que llevaba en el saco de su traje, supe que ella era la persona que nos mostraría las casas.
—Buenos días, señor McCartney —Paul y ella se estrecharon las manos. La mujer no dejó de sonreír en ningún momento—. Me alegra mucho que haya decidido venir hoy, es un lindo día para elegir una casa.
Paul asintió y luego se hizo a un lado para que la mujer pudiera verme.
—Ella es (TN), la hermana de John—le explicó mi novio—. Accedió a ayudarme a decidirme por alguna casa, ya sabe, las chicas siempre son más listas en estas cosas.
—Mucho gusto —la mujer me tendió la mano y yo se la estreché—. Soy Romina Hatch, la agente de ventas que le mostrará esta casa al señor McCartney.
Ingresamos a la propiedad y nos dirigimos a lo que parecía ser el edificio principal. Jamás habría podido llamar simplemente "casa" a ese lugar, era más bien una mansión. Tenía alrededor de diez habitaciones y doce baños. Podía ser el lugar que a cualquier persona rica y ambiciosa le parecería perfecto, pero no a mí.
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Got To Get You Into My Life
Fanfic¿Qué pasaría si un accidente te transportara hasta el Liverpool de 1948 a la tierna edad de cinco años? El destino te lleva a conocer a un hombre que consideras perfecto y del que te enamoras: Paul McCartney, quien por cierto es el mejor amigo de tu...