7. Un nuevo Quarryman.

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Narra (TN)

Mimi se encontraba disfrutando de una deliciosa taza de té cuando escuché que alguien llamó a la puerta. Fui a abrir y me encontré con un muchacho alto, con una cabellera bastante oscura, pero sin llegar a ser negra, quien era probablemente mayor que yo. Lo reconocí de inmediato: era el mismo chico que había tocado algunas canciones antes de la fiesta de la Iglesia. Llevaba su guitarra en la espalda.

— ¿Está John? —me preguntó, haciéndome descubrir que su acento scouse no era tan marcado como el de la mayoría de los habitantes de la ciudad.

—Eh...sí —respondí, al mismo tiempo que asentía con la cabeza—. Está en su habitación, le hablaré en seguida, pasa.

Mimi lo miró de reojo y siguió con su té. A ella no le agradaba que John invitara "amiguitos" a casa, porque casi ninguno cumplía con todas las expectativas que nuestra tía veía necesarias para "un amigo de su sobrino".

—Buenas tardes —saludó el joven, un gesto bastante educado que seguramente tomó a Mimi por sorpresa.

Ella hizo una extraña mueca, que se parecía un poco a una sonrisa, y le respondió de forma cortante. Siempre le habían agradado los muchachos educados, aunque no lo admitiera delante de ellos.

El guitarrista miraba cuidadosamente los rincones de la casa y luego puso sus avellanas en mí. Parecía un poco nervioso, pero intentaba hacer que los demás no se dieran cuenta.

Le sonreí tímidamente y le dije que iría por John.

Entré a la habitación de mi hermano, quien estaba recostado en la cama con su guitarra en las manos, rasgando las cuerdas sin mucha motivación y sin haberse dado cuenta de mi presencia. Tocaba una melodía lenta, pero linda. Miré con asombro cómo cambiaba los acordes con rapidez y precisión. Tenía un hermano increíble.

— ¿John?

Se estremeció un poco al escuchar mi voz, errando en un acorde y provocando que un sonido extraño resonara en la habitación, al parecer sí estaba muy concentrado. Dejó su guitarra a un lado y me miró con una sonrisa.

— ¿Qué ocurre, hermanita?

—Llegó un muchacho, dice que es tu novio —le dije, mintiendo en la última parte—. ¿Quieres que le diga que suba y...

—Sí, sí, sí, dile que suba —me dijo rápidamente en tono burlón mientras se frotaba las manos—. Parece ser que no se resistió a los encantos de John "Papasito" Lennon. —Empezó a hacerme ojitos—. Hermanita, ¿podrías llevarte a Mimi y dejarnos a solas?

Me llevé una mano a la cara y comencé a reír. Creí que John se molestaría por hacerle semejante insinuación, pero sólo había utilizado mis palabras para hacerme reír: típico de él. Negué con la cabeza.

—Tus ganas, Lennon —dije, todavía sin poder dejar de reír—. Es el chico de la fiesta del otro día, trae su guitarra.

—Ya lo sé, hermanita —me contestó—. Supe que ese chico querría ser un Quarrymen y tocar junto a mí desde el momento en que lo vi.

—Sí, claro —dije con sarcasmo—. Todo el mundo quiere tocar con John Lennon y la banda más famosa de Liverpool.

— ¡¿Ves?! —exclamó con alegría—. ¡Hasta tú lo admites! Yo sé que soy un encanto de persona y hermano.

Narra Paul

La chica ya se estaba tardando un poco y comenzaba a desesperarme. La tía de John, que había estado tomando un té, se había marchado a otra parte de la casa y me había quedado solo. Era una casa muy bonita, elegante; pero por completo diferente a la mía, que se ubicaba en el suburbio de Allerton. Eso se debía a que John pertenecía a una clase social más alta que yo.

Suspiré de alivio cuando escuché que alguien bajaba por las escaleras. Era ella, la chica que me había abierto la puerta. Era muy bonita, aunque yo no iba en plan de buscar novia. Lennon no venía con ella.

— ¿Y John? —pregunté, temiendo que no quisiera recibirme.

—Está en su habitación —me contestó sonriendo—. Me pidió que te dijera que subas, ahí podrán practicar.

Asentí y comenzamos a caminar hacia la habitación de John. Me era inevitable observar con un poco de asombro todo lo que rodeaba, las paredes estaban decoradas y todo tenía un orden impecable.

—Te vi en la fiesta del otro día —me dijo la chica.

—Ah, ¿sí? —contesté, sonriendo ligeramente—. Muy bien, ¿te gustó mi breve presentación?

Ella asintió. No sabía qué decirle, su belleza hacía que mi mente quedara en blanco. Siempre me pasaba eso con las chicas bonitas.

—Soy Paul McCartney —me presenté.

—Yo (TN) (Tu apellido).

— ¿Por qué estás en esta casa? —le pregunté—. ¿Trabajas aquí? Pareces muy pequeña como para poder trabajar.

Pareció sentirse ofendida, por lo que ya no contestó nada. Cuando llegamos a la habitación de John, ella se fue sin decir algo o despedirse. Lennon me miró y frunció el ceño.

— ¿Le hiciste algo? —me preguntó con molestia.

—No, creo que no —respondí, rascando mi cabeza con delicadeza—. Por cierto, ¿quién es? ¿Tu novia?

John estalló en carcajadas, parecía que había contado el mejor chiste de la historia. Luego de un rato, me miró con los ojos llenos de lágrimas y negó con la cabeza. ¿Qué era lo que le causaba tanta risa?

—Es mi hermana, McCartney.

— ¿Y cuántos años tiene? —le pregunté sin haber pensado demasiado en la pregunta y el motivo por el que la había formulado.

—Es más chica que tú —me contestó, con un tono que dejaba claro que no debía acercarme a ella—. McCartney, creía que venías para hablar de la banda, no de mi hermanita. Y bien, ¿te unirás?

Sonreí un poco al recordar a The Quarrymen. Ya lo había hablado con mi padre y, aunque al principio no quería darme permiso, me uniría a la banda. Sería divertido tocar en una agrupación musical, podría enseñarles algunas cosas a esos chicos y también aprender otras con ellos. La única condición que tenía era que no debía descuidar mis estudios.

—Sí, por supuesto —dije con entusiasmo—. Me uno.

—Muy bien, cara de bebé —me dijo John.

Fruncí el ceño y me crucé de brazos. Nunca nadie me había llamado de esa manera que, al menos para mí, sonaba despectiva.

— ¿Disculpa? —le pregunté indignado.

—No puedes negar que tienes cara de bebé y yo soy el líder, así que te diré como quiera —me contestó sin prestarle mucha importancia al asunto.

Yo, que respetaría a John desde ese momento ypor muchos años más, no dije ni una palabra más al respecto.   

Got To Get You Into My LifeDonde viven las historias. Descúbrelo ahora