Got To Get You Into My Life

30. Algo importante.

Narra (TN)

John me parecía muy tierno teniendo detalles como el de la mañana. ¿A quién no le gustaba que su hermano les llevara el desayuno a la cama?

Me había puesto un vestido azul claro muy bonito y April no tardaba en llegar para ayudarme con los últimos retoques. Yo no era muy buena en eso del maquillaje, pero ella sí, por eso le había pedido ayuda.

—Te ves hermosa, (TN) —me dijo April cuando terminó de ayudarme con el maquillaje.

Como si fuera magia, los invitados comenzaron a llegar en cuanto estuve lista. Observé que los McCartney llegaban y saludaban a John, luego se acercaron a April y a mí.

—Feliz cumpleaños —me dijo Mike y me dio un abrazo—. Paul y yo trajimos algo para ti.

—Muchas gracias, Mike.

Le hizo una seña a su hermano para que pusiera el regalo en una mesa y luego se alejó para tomar un vaso de refresco. Paul se acercó a mí y me abrazó con fuerza, dejándome percibir su loción.

—Luces preciosa —me elogió, haciéndome sonrojar.

—Gracias, Paul.

Narra John

Observé la escena de lejos y sentí mi sangre arder. ¡No! ¡Paul y hermanita estaban abrazados! Me mordí el labio inferior de los nervios que me provocaba la situación y vi que George acababa de llegar. Me acerqué a él inmediatamente.

— ¡Georgie! —exclamé—. ¡Qué bueno que llegaste! Necesito que me ayudes con algo. —Él asintió y señalé hacia donde estaban Paul y hermanita—. McCartney quiere pedirle a (TN) que sea su...novia. Quiero que tú impidas que tengan su "momento a solas", ¿puedes hacer eso?

— ¡Desde luego! —dijo George con un tono de voz extraño, como molesto.

Harrison fue directamente hacia Paul y hermanita.

Narra (TN)

Paul se veía tan guapo. ¡Y había dicho que lucía preciosa! Ese día ya había valido la pena por sus lindas palabras. Él jugaba con sus dedos nerviosamente sobre mi espalda y luego puso sus ojos color avellana en los míos.

— (TN)...yo...quiero... —comenzó a titubear.

— ¡(TN)! —exclamó una voz a mis espaldas.

Me sentí frustraba. Paul quería decirme algo importante. Esperaba tener un momento más tarde con él para que pudiera decírmelo. Me separé de Paul y me di media vuelta para ver de quién se trataba. Era George, con una gran sonrisa en el rostro. Me dio un abrazo con demasiada fuerza y parecía no querer soltarme.

—George, necesito respirar —reí

Harrison se rió también y me soltó, luego me felicitó y me entregó un pequeño regalo. Había notado que le gustaba a George, pero eso no podía ser. Él me parecía tierno y dulce, aunque no se podía comparar con lo que yo sentía por Paul.

Más invitados llegaron y se acercaban para felicitarme, impidiendo que Paul y yo continuáramos con nuestra conversación. Después de un rato, él se disculpó, diciendo que tenía que ir con Mike. Deseé pedirle que se quedara conmigo, pero no me atreví a pedírselo. John llegó casi un segundo después de que Paul se fue.

— ¡Hermanita! —exclamó—. ¿Qué tal todo? ¿Alguna novedad? ¿Algo que debas contarme?

Fruncí el ceño. Mi hermano se estaba comportando de manera extraña. Él nunca me hacía tantas preguntas. ¿Acaso iba a pasar algo que él supiera y yo no?

—Nada, hermano —musité—. Todo tranquilo, ¿por qué?

—Oh, por nada —dijo aliviado.

Mi mejor amiga se acercó corriendo con una amplia sonrisa.

— (TN), necesito hablar contigo de algo importante —me dijo—. ¿Puedes venir un momento?

John frunció el ceño, pero se encogió de hombros y se fue a hablar con George. ¡Eso era aún más raro! Se había acercado a mí sólo para interrogarme y casi inmediatamente se había ido.

April me tomó del brazo y me hizo salir corriendo del lugar. Me llevó hasta la equina de la calle, sin que yo pudiera comprender el por qué. Había alguien esperándonos y sonreí al descubrir quién era.

—Me pidió ayuda con esto, y me pareció de lo más lindo, así que no pude negarme —me susurró April, lo suficientemente lejos para que él no escuchara.

Paul se encontraba ahí: radiante, apuesto, con una sonrisa en el rostro. Agradeció a April y ella se fue corriendo de regreso a la fiesta. Sentí mariposas en el estómago cuando McCartney se me acercó.

—Ya que no podía hablar contigo en tu fiesta, decidí sacarte de ella para poder hacerlo —alzó las cejas.

—Perdón, no podía ignorar a los invitados, Paul —musité, provocando que éste riera un poco.

Su expresión se tornó seria y coqueta a la vez. Era algo que sólo él podía conseguir con un equilibrio perfecto. Por todas las anécdotas que conocía, sabía que Paul era un chico muy formal y también atrevido.

—Yo quería decirte algo importante hace rato —comenzó, tomando mi mano—. Verás, he estado extraño desde hace varias semanas. Y siento que si no digo esto...explotaré. (TN)...cuando te miro, siento que todo es perfecto; al escucharte reír, me siento feliz; y cuando estoy cerca de ti...yo...tengo deseos de... —sin que pudiera predecirlo, se acercó a mis labios y me besó. Abrí los ojos cuando se apartó de mí y noté que su respiración era un poco entrecortada por lo que había hecho— de hacer eso.

—Paul...yo... —comencé a titubear. ¿Qué decirle? ¿Qué me pasaba lo mismo y que quería estar con él para siempre? No era mala idea. Después de todo, ya sabía que él me quería también.

—Espera, aún no termino —dijo con firmeza—. Te he compartido mis sentimientos, (TN); y ahora quiero hacerte una pregunta igual de importante o más: ¿quieres ser mi novia?

Mordí un poco mi labio inferior. Y acepté ser su novia. Volvió a acercarse a mí y me besó nuevamente, esta vez correspondí. Me sentía la chica más afortunada y feliz del mundo. Paul era todo para mí.

Volvimos a la fiesta tomados de la mano y Paul me besó en la mejilla. Parecía no cansarse de darme besos. Noté que John nos fulminaba con la mirada.

Narra John

¿En qué momento había pasado que no me había dado cuenta? ¡Grandioso, mi mejor amigo saliendo con mi hermana menor! Miré a George con enojo.

— ¿Qué te había pedido?

—Lo siento —noté que había un deje de tristeza en su voz—. Yo tampoco quería que esto pasara, John.