Baño. Parte 3

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Adelaida

Ricky me besa, espero que me cargue y me lleve a la cama pero hace todo lo contrario.

Me gira para que mi cara quedara de frente al espejo. —"Quiero que te mire mientras te cojo".— dice abriéndome las piernas.

Sentí cómo colocó su pene en mi entrada, me miró por el espejo cuando entró despacio, dejé escapar un gemido.

Esperó unos segundos a que me adaptara, pero luego empezó a moverse aumentando su penetración cada vez más. Mis ojos se cerraron y gemí más alto.

—"Ojo abierto, amor, quiero verlo cuando te vengas".

Abrí los ojos y lo miré a través del espejo, sus ojos eran casi negros, me miraba con tal intensidad que hacía que aumentara la gana.

—"Siénteme luego de un jodido año sin ti".

Agarró mi cabello con su mano, luego me jalo hacia atrás. Mi espalda se arqueó, luego se inclinó hasta mi oído.

—"Te amo".— dijo levantando su mirada para encontrarse con la mía en el espejo. —"Te amo, Adelaida". —repitió.

Lo miré sin creer las palabras que acababan de salir de su boca. Joder, nunca me lo había dicho. Era la primera vez y sus palabras hicieron que mi mundo se derrumbara. ¿Por qué demonio me lo dice ahora?

—"No diga eso".— dije.

Me agarro más fuerte del cabello. —"Te amo Adelaida y sé que tú sientes los mismos aunque no tenga valor de decirlo".—Bajo la mirada del espejo no podía verlo. —"Mírame". — Levanté mi mirada. — "Ahora miéntete y dime que no me amas".

—"Ricky, por favor". — supliqué.

Empezó a entrar de golpe con enojo. —"Respóndeme, miéntete si eso te hace sentir mejor"

—"No puedo".— dije.

—"¿Por qué no?" — pregunta.

Quería decirlo, pero no podía. — Bajé mi mirada nuevamente.

— "Si no lo quieres decir, yo puedo sacarte esa información".

Se alejó de mi oído y agarró mi cabello con ambas manos; empezó a entrar rápido, grité cada vez que daba justo en el lugar correcto.

—"Ricky". — gemí.

Pero él comenzó a penetrarme rápido y con fuerza. — "Solo di las palabras hermosas". — Me quedé callada. —"Por un momento pensé que haría lo contrario.

Llevo sus dos manos hacia mi cintura y fue como si una bestia estuviera follándome, su movimiento aumentó tanto que empezaba a sentir dolor. Pero eso solo hacía que la exaltación aumentara más.

—"Ricky, maldición". - grité.

—"Vamos, amor, sabes qué palabras tienes que decir".

Antes de que pudiera detenerla, las palabras salieron de mi boca. —"Te amo, joder".— Sus movimientos se detuvieron, me miró a través del espejo.

—"Repítelo de nuevo".—dice.

—"Te amo, Ricky".— Ya no importaba nada que no fuera este momento.

—"Joder, no me casaré de escuchar eso, desde ahora esa será mi frase favorita". Comenzó nuevamente a moverse. —"Ahora dime, Ricky, amo tu pene". — Me reí.

—"Ricky, amo tu pene". — gemí.

—"Te amo, maldición".

Luego de unos minutos llegamos al orgasmo casi juntos. — Tuvimos que bañarnos de nuevo.

Ricky, me caigo. —"Ricky, sabe que no puedes dormir aquí". — Noah era un puto loco, no sabía cuándo regresaría.

—"No vamos a dormir en esa puta cama que estuvo ese pedazo de mierda". — Empezó a caminar hacia la puerta. — "Vamos a la habitación donde dormía cuando estaba aquí"

Guerra de Amor {2}Donde viven las historias. Descúbrelo ahora