Adelaida
Miro cómo Ricky se acerca a mí, con sorpresa en su rostro. Es obvio que no me esperaba, pues la zorra me envió el mensaje, aunque no entiendo el motivo por el cual lo hizo, quizá para que viera que estaba con él.
—"No te preocupes, ya me iba".— dije girándome para caminar nuevamente. Pero una voz me detuvo y esta vez no fue la de Ricky sino la de la zorra.
—"No piensa felicitarnos".
Me giré hacia ella mostrándole una sonrisa. — "Felicidades por el noviazgo o el compromiso, lo que sea".
La zorra empieza a reír. — "Sí que eres graciosa, no hablaba de eso". — Miró cómo baja una mano a su vientre. — "Hablaba del hijo que estoy esperando"
—"¿H-hijo?". — Las palabras salieron de mí antes de que pudiera detenerla.
—"Si estoy embarazada de Ricky, no es esa una gran noticia, por fin le daré el hijo que tanto quería".
Bajé la mirada a su vientre, donde su mano seguía moviéndose. — Miré a Ricky en busca de que esto no fuera verdad, pero él ni siquiera se atrevió a mirarme.
Miré nuevamente a la zorra y tenía una sonrisa triunfal en su cara, supe que por eso fue que me pidió que viniera para decirme la noticia.
—"Felicidades, un hijo es una gran bendición, cuídalo mucho, no todas tenemos el privilegio de eso".
Volví a mirar a Ricky, esta vez me topé con sus ojos, reflejaban dolor. — "Felicidades, por fin tendrá el hijo que tanto preguntaba dónde estaba". — Me giré antes de que viera mis lágrimas caer.
Pero cuando iba a montarme en el carro, una mano cerró la puerta y me giré para ver a Ricky parado.
—"No te puede ir así, tenemos que hablar".
—"De qué vamos a hablar"
—"Sabe muy bien de qué".
Lo miro a los ojos. — " Solo respóndeme una pregunta, ¿de verdad está esperando un hijo tuyo?".
—"Sí, está esperando un hijo mío". — Que las palabras salieran de su boca me dolía mucho más. —"Pero escúchame, te amo a ti". — agarra mi barbilla. —"Y no sabe lo que me duele ver que sufre con esto, pero eres todo para mí, entiende eso".
—"Si fuera todo para ti, no hubiera hecho lo que hiciste". — Intente abrir la puerta del carro, pero nuevamente él no me dejó.
—"No te irá sin escucharme".
—"Qué demonio tengo que escucharte". — Me giré hacia él. — "Qué me vas a decir, que ella te dará el hijo que no pude salvar, que tendrá a un bebe en tu brazos en menos de 8 meses y yo nunca pude sostener al mío, ¿eso quieres decirme? No hace falta, lo recuerdo todos los malditos días".
Sus ojos se llenaron de lágrimas. Mis palabras le dolieron, pero él no sabía lo que era el dolor. — "No te preocupes Ricky, disfruta a tu hijo, disfrútalo porque yo doy la vida ahora mismo por solo darle un beso a mi bebé".
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Guerra de Amor {2}
ActionAdelaida. Es hora de volver a ser la reina de Italia pero esta vez sin corazón. Dispuesta a matar y a destruir a todo en mi camino. El tiempo solo te hace más fuerte, pero ¿dónde está la fuerza cuando vuelve a ver al amor de tu vida? Tanto tiempo y...