Muerta de celos

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Adelaida

La noche llegó y me duché para ponerme un vestido sexy. Pasé todo el día de un humor que nunca creí posible.

Bajé a la sala con mi cartera y el teléfono en la mano, esperando el mensaje de Mateo. Cuando creí que nunca llegaría, llegó diciéndome que una chica acababa de entrar. El pobre se quedó todo el día vigilando a Ricky.

Salí casi corriendo a pedirle a uno de mis hombres que me llevara. No tenía tiempo para llamar a Lucas, necesitaba llegar ya.

Cuando llegué, me bajé y empecé a caminar. — Toqué la puerta y él me abrió. Me miró de arriba abajo.

—"Llegas en mal momento".— dice intentando cerrar la puerta. Agarré la puerta y entré como si fuera mi casa. Mis celos eran más grandes que cualquier cosa.

Miré el apartamento y efectivamente había una chica sentada en la sala.

—"Ricky, no sabía que tendría visita hoy".—dice parándose del mueble. —"Soy Zoe, mucho gusto". — finaliza cuando llega hasta mí, me estira la mano en forma de saludo.

—"No me importa quién sea, fuera de aquí". — Ella me miró como si hubiera escuchado mal, bajo su mano.

—"Ricky".— dijo mirando hacia él.

—"No te preocupes Zoe, la que se va es ella". — Lo miré, no creí que fuera capaz de hacerme algo así.

Él se acercó a la estúpida y la agarró por la cintura, luego miré cómo la besó. Sentí como si me hubiera dado un disparo en el corazón.

«Muy bien hecho, Adelaida». Me repetí por lo estúpida que era, ¿a qué vine si fui yo quien lo hizo irse?

No me iba a humillar, aquí íbamos a sufrir los dos de celos.

—"Perdón por interrumpirlo, solo venía a decirte Ricky que gracias por el negocio". — Miré cómo se despegó de la chica justo lo que quería. —"Me tengo que ir, mi esposo me está esperando". — No dejé que respondiera cuando salí por la puerta.

Escuché a alguien que me seguía, sabía que era Ricky. Pero seguí caminando. —"Respite de nuevo esa mierda que dijiste". — No lo escuché. —"Adelaida".— gritó.

Me giré hacia él. —"Ve, no dejes a tu chica esperándote, yo haré lo mismo con mi esposo".

Camino más rápido hacia mí, separo centímetros de mi cara. —"A qué demonio viniste"

—"Solo agradecerte"

—"Mentira, te llenaste de celos cuando dije que una chica vendría a mi apartamento y no pudiste resistir".

—" Celos, eso tendría que sentirlo con mi esposo".— Me agarró del cabello acercando su cara a la mía, sabía que mencionarle a Noah lo molestaba.

Guerra de Amor {2}Donde viven las historias. Descúbrelo ahora